Fruta y verdura fresca a la mesa del consumidor gracias a Agrupapulpí

El pasado año, la empresa pulpileña sopló 40 velas y ahora busca continuar siendo una referencia en la agricultura no sólo a nivel local, a nivel almeriense, sino en el conjunto de España. Agrupapulpí se ha consolidado en el sector con ese espíritu añejo y a la vez moderno, empresa agrícola familiar pero que no agacha la mirada a nadie y que siempre busca innovar y seguir creciendo bajo la batuta de la calidad y la excelencia.

La segunda generación de la compañía quiere que los trabajadores tengan una manera única de entender el campo, la a naturaleza y la vida en general. “Tenemos que devolver a la tierra todo lo que nos da la tierra”, comentan desde el levante almeriense, con ese ciclo agrícola integral tan característico de la firma.

El semillero propio les permite garantizar la calidad de todo el proceso productivo desde que antes que nazca el fruto, trabajándolo posteriormente para que viaje desde el campo hasta la mesa, pudiendo degustar el consumidor esas fruyas y verduras frescas.

Tras semanas al cuidado de la tierra, de velar por cada cultivo, del trabajo en equipo que mantiene en producción más de 2.000 hectáreas propias al sur del Mediterráneo… La meta final para el agricultor es recolectar fruta o verdura que el consumidor reciba en su mesa, con la misma confianza y calidad que si procediese de su propio huerto.

Su producto estrella es la lechuga iceberg, aunque también produce otras variedades, como la romana, además de otras frutas y verduras (brócoli, apio, sandía, melón amarillo…). Para Agrupapulpí la calidad es muy importante, con muchos certificados de calidad, como IFS, Global Gap y todos los que pide el gobierno de España, ya que otro de los objetivos de la empresa es ser una empresa bastante sostenible.

Volverá a presentarse en la Fruit Attraction otro año más como una de las firmas más interesantes a nivel nacional.