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Raciones de vida para el campo

Anecoop

La cooperativa Anecoop está apostando por una producción nacional fuerte e independiente para hacer frente a las dificultades en el sector hortofrutícola

La pitahaya, producto clave de Anecoop

31 de mayo 2021 - 00:00

Actualmente, el sector hortofrutícola atraviesa un momento de especial complicación. Una situación derivada de múltiples factores donde se precisa más que nunca el respaldo de la sociedad y la unión y compromiso de toda la cadena de valor. Es necesario impulsar iniciativas que se materialicen en proyectos concretos para ofrecer las soluciones que la agricultura y los profesionales del campo realmente necesitan. Desde Anecoop, se trabaja para encontrar la fórmula que logre mejorar las condiciones del sector hortofrutícola en España. Esta cooperativa de cooperativas, es el primer operador de sandías y kakis a nivel europeo y uno de los principales operadores de cítricos del mundo. Con su campaña de comunicación Raciones de Vida para el Campo, Anecoop defiende una producción nacional fuerte e independiente. Este es el objetivo de partida de una campaña que busca que toda la sociedad apoye a la agricultura como ésta se merece. Bajo el paraguas de su marca de referencia, Bouquet, y de la mano de uno de sus productos estrella, la sandía sin pepitas, la cooperativa de segundo grado apuesta por un crecimiento sostenible, atendiendo a las preferencias del consumidor, cuidando del entorno y velando por las personas que trabajan y viven del campo. Esta sostenibilidad se convierte en un importante indicador de su competitividad empresarial, que a su vez está alineada con la estrategia de la Unión Europea, inmersa en un importante cambio de modelo alimentario, mucho más verde y protector de nuestra biodiversidad. No obstante, este modelo agrario, más respetuoso con el planeta, tiene una indudable repercusión económica sobre las producciones de los agricultores. Cultivar las frutas y hortalizas de los agricultores españoles, y europeos en general, conlleva mayores costes. Aun siendo de una extraordinaria calidad, estos productos ven cada día más difícil competir en precio con producciones extracomunitarias, mucho mucho menos exigentes y más baratas de producir.

La importancia de la climatología en destino

A este factor externo se une otro gran condicionante de la demanda en los mercados de destino, que es la climatología. La temperatura en destino condiciona la demanda, y una fruta cuyo consumo está asociado a las buenas temperaturas, como es el caso de la sandía, se ve inevitablemente afectada cuando en los países importadores los termómetros no ascienden como sería lo habitual en las fechas más próximas al verano. Esta circunstancia, unida a la ya mencionada competencia de terceros países, ocasiona una presión de precios a la baja que incide especialmente en la rentabilidad de los agricultores, que con frecuencia encuentran serias dificultades para mantener sus explotaciones con los ingresos que obtienen, y se ven obligados a abandonar sus campos de cultivo. Junto a sus socios en Almería (Coprohníjar, Hortamar, Agroiris, Albentillas, Hortofrutícola Costa de Almería y Tomasol), Anecoop trabaja para garantizar a los agricultores y profesionales que integran estas entidades un futuro estable para ellos y sus familias dentro de su entorno, tratando de evitar el abandono de las zonas rurales. La promoción marquista de los productos contribuye sin duda a mantener los mercados abiertos y receptivos y a fomentar el consumo. Si el marketing es esencial para situar el producto en el lineal, la estrategia de I+D+i constituye uno de los pilares para impulsar al sector.

En la provincia, Anecoop cuenta con la Finca Experimental UAL-Anecoop, en La Cañada de San Urbano, especializada en producción bajo invernadero, que pertenece a la Fundación Universidad de Almería-Anecoop y que acoge a una parte del equipo técnico de su departamento de Producción y Desarrollo. Allí, busca nuevos productos que ofrezcan una ventaja competitiva, valorando su adaptación al modelo y zonas de cultivo de sus socios, comparándolos a nivel agronómico y comercial con los productos y cultivos actuales y ofreciendo apoyo y asesoramiento técnico en el desarrollo de los proyectos: manejo del cultivo, adaptabilidad a las parcelas de los socios o adaptación a las necesidades del mercado son algunas de ellas.

La pitahaya, una fruta con gran proyección

Uno de los proyectos que ha cobrado impulso en los últimos años y que ha despertado un gran interés en el mercado es el de la pitahaya o “fruta del dragón”. Las investigaciones arrancaron en 2012 con la selección, de la mano de varios clientes, de un grupo de variedades que, por su productividad y calidad, eran aptas para entrar a formar parte del programa de producción. De ahí, pasaron a los productores que participan en el proyecto. El programa productivo actual consta de tres variedades, pero hay muchas más en estudio. Las pruebas de nuevas variedades, así como de los diferentes manejos y los estudios de ampliación del calendario, se llevan a cabo en la Fundación UAL-Anecoop.

El presidente Hortamar, José Miguel López Cara, con parte de la producción de pitihaya

La pitahaya es una planta cactácea, y como tal, resistente a las sequías. La planta es un cactus suculento, rústico, de tallos largos triangulares. Suele enredarse en los árboles próximos alimentándose de la humedad de sus cortezas y trepa por las ramas a ocho o diez metros del suelo sin penetrar en tierra. En la actualidad, el programa de investigación de Anecoop está integrado por 65 variedades y cuenta con una superficie de cultivo de 6 hectáreas, con perspectivas de crecimiento. Los consumidores demandan continuamente productos nuevos, que les sorprendan. En este sentido, la pitahaya es una fruta con una buena proyección de consumo por su aspecto exótico y atractivo y por sus cualidades nutricionales. Es una fruta con mucha agua y pocas calorías y con un alto contenido en fibra.

Contiene vitamina C, con propiedades antioxidantes y que contribuye a proteger el sistema inmunitario, y tiene un contenido interesante de potasio, un mineral que participa en los procesos de contracción muscular, por lo que su consumo es ideal en la práctica deportiva. La pitahaya se consume cruda, como fruta fresca, pero también puede utilizarse para preparar cócteles, macedonias o zumos. También se emplea en la elaboración de yogur, helados, dulces, mermeladas, jaleas o gelatinas.

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