Sabor a mar y saber amar unidos en Carboneras

Carboneras sabe a mar y a muchas cosas más. A tantas que este precioso pueblo del Levante almeriense se encuentra inmerso en la tramitación para poder ser declarado Municipio Turístico de Andalucía y sus Fiestas de Moros y Cristianos, en honor a San Antonio de Padua, encaran la recta final para convertirse en Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.

Puerta de entrada al Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, Carboneras vive mirando al mar, que lo impregna todo: su espectacular gastronomía relacionada con la herencia pesquera de la zona, una historia con ejemplos como la Torre de Mesa Roldán, un paisaje de cine, con rodajes como Lawrence de Arabia o Juego de Tronos, o el turismo activo de la zona, con numerosas propuestas con fondos marinos protegidos.

El sabor a mar de Carboneras se queda grabado en quien lo disfruta y se ve en sus mil y un encantos. En su cultura ancestral, su gastronomía, su turismo activo y sus increíbles paisajes naturales. Pero, además, tiene maravillosos rincones de interior por descubrir.

Entre sus atractivos están playas de enorme belleza como la famosa Playa de Los Muertos, elegida como mejor playa de España en numerosas ocasiones y aclamada también internacionalmente. A esta le acompañan otras en estado salvaje, como la de El Corral, bañada por el mismo cálido Mediterráneo que la de El Algarrobico. Sus arenales urbanos son excelentes con Las Marinicas, El Ancón y Los Barquicos-Cocones. Frente a ellos la naturaleza brota del mar en forma de la Isla de San Andrés, monumento natural.

Carboneras también sabe amar con otro de sus emblemas: la cultura ancestral. Con el Castillo de San Andrés, del siglo XVI, marcando el carácter de su casco antiguo y escenario privilegiado de la vida cultural. Con la referencia de sus Moros y Cristianos, que se celebran cada 13 de junio y que aspiran a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Andaluz. Con el Faro de Mesa Roldán y la Torre del mismo nombre, convertida en la ciudad de Meereen en Juego de Tronos, que compite en la belleza de sus vistas del litoral con la Torre del Rayo, de época nazarí.

Sabe amar la gastronomía con un pescado fresco que los hombres de la mar llevan hasta su Puerto Pesquero, donde visitar su lonja se convierte en espectáculo para los sentidos. Su pez espada, galanes, gamba roja o calamar deleitan en arroces, parrilladas o calderetas que sirve la hostelería local. Tampoco faltan las tapas, platos tradicionales como las migas, los gurullos, las pelotas o el tabernero junto a las carnes sazonadas y ensaladas de las huertas del pueblo.

Carboneras tiene miles de lugares por explorar. Como La Serrata, el Cañarico o el sendero del río Alías, en el que perviven antiguos molinos de agua que se hermanan con el de viento del propio pueblo. Los más audaces no pueden perderse barriadas como El Llano de Don Antonio, El Saltador, El Argamasón o La Cueva del Pájaro.

Con su temperatura media de 20 grados y su sol siempre presente, Carboneras es ideal para los apasionados del deporte: submarismo, rutas en kayak, paddle surf o esnórquel son opciones a las que se suma el atletismo o el ciclismo en compañía de una tierra en su máxima expresión con montañas y caminos increíbles.

El cine también es seña de identidad, tras haberse rendido a sus encantos. 60 años se cumplen de Lawrence de Arabia, obra maestra que muestra la inmensidad de la luz de un pueblo al igual que Cómo Gané la Guerra, con John Lennon de protagonista, Vivir es Fácil con los Ojos Cerrados o Corre, Cuchillo, Corre.

Y es que Carboneras espera a sus visitantes con sabor a mar y sabiendo amar.