“Sandía de Níjar y buen tiempo, el binomio perfecto”

-Si hablamos de frutas de verano es hablar de Níjar y viceversa. Para analizar la situación actual de la agricultura en el municipio hablamos con el concejal de Agricultura, Manuel Moreno.

–Evidentemente cuando hablamos de verano en general no podemos obviar todo lo que ofrece el municipio de Níjar ya sea desde el punto de vista de la agricultura como turístico. Y es que esta tierra tiene mucho que ofrecer, así entre sus excelencias está, sin lugar a duda, los productos de temporada como es la sandía, que es reconocida mundialmente por su calidad y sabor. Las distintas variedades de esta fruta tienen un importante mercado a nivel internacional. El trabajo diario de los hombres y mujeres ha sabido posicionar la agricultura níjareña, convirtiéndola en el principal motor económico, adaptándose a los cambios y demandas de los consumidores para ello han incorporado cultivos de última generación, avanzados tecnológicamente, pero sobre todo manteniendo ese carácter de explotación familiar con una media de 3 hectáreas.

–La sandía es la fruta por excelencia del verano. ¿Tiene datos de esta campaña?

–Aún es pronto para adelantar datos de la campaña, ya que estamos inmersos en ella. Sí es cierto que este año parece que se ha retrasado la siembra de sandía unos 15 días sobre lo que es habitual en otros años. Esto se debe a diferentes factores, entre ellos las heladas que sufrió el municipio y que obligó a algunos agricultores a arrancar sus cultivos, dañados por este motivo, y a esperar antes de volver a plantar. También los buenos precios de productos como el tomate o el calabacín durante enero ha hecho que se hayan alargado estos cultivos.

Los primeros cortes han contado con unos precios aceptables, pero esta cuantía ha ido bajando a medida que avanza la campaña, siendo inferior al precio que alcanzó el año pasado en esta misma época y con una caída de precios importante en las últimas fechas. Esperamos que vaya repuntando y subiendo porque ahora los agricultores nijareños necesitan este balón de oxígeno después de las pérdidas que han sufrido a consecuencia primero de una Dana y una Gloria, a las que se sumaron unas helada.

–El clima de Níjar es excelente para el cultivo de frutas y hortalizas. ¿Cuáles son los principales cultivos?

–La aplicación de las nuevas tecnologías a la agricultura permite optimizar y mejorar la producción como la incorporación de calefacción o nuevas infraestructuras, que ofrecen productos de ciclo largo o dos campañas. El tomate, en todas sus variedades, es el producto que más hectáreas se cultivan y las empresas cada vez están apostando por otros productos hortícolas como el pepino, el pimiento y el calabacín que han incrementado las superficies ya que disponemos de agua desalada que nos permite diversificar los cultivos con unos rendimientos óptimos. No podemos olvidar, otro de los productos como la sandía en primavera, con una producción de calidad en Níjar.

Por cultivos el tomate y la sandía siguen siendo los que ocupan un mayor porcentaje, compartiendo números, ambos con un 43% de hectáreas dedicadas a esta producción. Así, en los últimos años ha tomado fuerza el cultivo de calabacín que supone el 35 %. La diversificación de la producción gracias a la mejora de la calidad del agua ha hecho que en los últimos años vaya tomando fuerza algunos cultivos como el pepino y pimiento con un 8% de hectáreas y en menor medida la berenjena o el melón.

–La agricultura es el motor económico del municipio... a cuántas personas da trabajo?

–Es muy difícil calcular un número exacto, pero se puede afirmar que de forma directa o indirecta da trabajo a un 70 por ciento de la población. De ahí la importancia de este sector, ya que tenemos que tener en cuenta que centros de manipulado, industria auxiliar y los trabajadores del campo forman parte de él. Además el resto de empresas de la zona, de una forma u otra, también tienen una relación directa con la agricultura. Así, si el agricultor no obtiene rentabilidad con su cosecha, esto afecta a negocios, hostelería y todas las empresas del municipio al moverse menos la economía. Con esto lo que quiero decir es que al final todos dependemos de este sector primordial para la economía en general y todos debemos estar unidos para romper con esas crisis de precios, los costes de producción y la necesidad de mejorar la competitividad con otros territorios.

–El turismo gastronómico crece en la zona.

–Las razones para visitar el municipio pueden ser muy variadas, algunas que no pueden ser obviadas como el contar en su territorio con un Parque Natural como el de Cabo de Gata-Níjar, el estar en la lista de los Pueblos más Bonitos de España con la Villa de Níjar. Esa riqueza geológica, natural, histórica, patrimonial y cultural cuenta con una vertiente como la gastronómica, que sigue conservando ese arte culinario de antaño. Desde el Ayuntamiento se promociona el turismo en el sentido más amplio, en el que naturalmente se incluye la gastronomía, pero es necesario tener en cuenta que la tradición en la cocina tiene como ingredientes básicos los productos de nuestro campo y del mar, convirtiendo de nuevo a la agricultura protagonista. Si se visita esta tierra es imprescindible probar las patatas de Níjar, el tomate o la sandía (si es temporada claro) del campo.

–Siguen aumentando los cultivos ecológicos...

–No es precisamente moda, es el cambio de conciencia del consumidor final que cada vez es más exigente con la calidad del producto, por lo que el sector agrario en el municipio ha avanzado de forma decidida. Contamos con una importante producción ecológica, centros de manipulación altamente tecnificados con mano de obra cualificada y una constante evolución en tipos de cultivo de última generación, que representan a día de hoy ese modelo 2.0 que Níjar abandera. El aumento de la producción ecológica, la fiabilidad de lo que se ofrece a los mercados, hacen que el campo nijareño sea un ejemplo agrícola para el resto de Europa. El 40% de nuestra producción es ecológica, convirtiendo a Níjar en una de las zonas punteras en este tipo de cultivo.

–La Covid-19 ha frenado el turismo pero ha aumentado el consumo de alimentos.

–En primer lugar hay que destacar que la agricultura no ha dejado de funcionar en ningún momento, ni siquiera en los momentos más duros de esta crisis sanitaria mundial. Los productos nijareños han seguido llegando a los supermercados porque la alimentación era un servicio esencial y esperamos que ello haya valido para poner en valor la importancia del sector primario. Mientras todos estábamos en casa debido a la Covid-19 el sector seguía trabajando a pleno rendimiento. En esta época en pleno confinamiento, evidentemente nadie pensaba en el turismo, pero ahí han estado preparándose y mejorando para ahora volver con más fuerza, no ha parado y ha sabido aprovechar el tiempo para conseguir nuevos logros, anticipándose a los cambios de modelo y de demanda que se avecinan, encaminado a mejorar la calidad en destino. Aún así, es más que comprobable que el verano pasado obtuvo unos buenos resultados y un número elevado de visitas a este territorio que tanto tiene que ofrecer.

–Parece que se está volviendo al cultivo tradicional...

–No se está volviendo mayoritariamente a ese tipo de cultivo aunque sí hay algunas empresas que han apostado por él en pequeñas superficies, pero en productos concretos como la patata o la cebolla, que no son los que más repercusión tienen en el global de la producción. La explicación es sencilla la tecnificación de los cultivos ha permitido mejorar y aumentar la producción porque al final se trata de rentabilizar, optimizar y obtener beneficios.