Jerez Íntimo
Marco Antonio Velo
De Jerez a San Fernando: un abuelo habla con su nieto
Madrid/En el año 2001 Google comenzó a ofrecer un servicio que podía traducir ocho idiomas al inglés y viceversa. Por aquel entonces utilizaba la tecnología más avanzada disponible comercialmente denominada traducción automática (TA). Sin embargo, la calidad "no era muy buena y no mejoró mucho en esos primeros años", reconocen en su blog oficial. Por eso, en 2003, un par de ingenieros de Google decidieron mejorar la calidad e incluir más idiomas. Entre otras cosas, se emprendió la actualización del sistema de traducción para participar en el NIST (machine translation evaluation), una competición entre diversas compañías e instituciones de investigación para construir una maquina de traducción mejor.
En todo caso, hace nueve años el sistema aún "era demasiado lento como para ofrecer un servicio práctico" y costaba unas 40 horas y 1.000 ordenadores traducir 1.000 frases. Por ello, la compañía se centró en mejorar la velocidad y un año más tarde el sistema podía traducir una frase en menos de un segundo y con mejor calidad. A principios de 2006 Google incorporó primero el chino y después el árabe. El 28 de abril de 2006 presentó su enfoque estadístico de traducción con máquinas, y en los últimos seis años se ha centrado "sobre todo en la calidad de la traducción y en ampliar el número de idiomas disponibles".
Ahora puede realizar traducciones entre 64 lenguas diferentes, incluyendo muchas que tienen una pequeña presencia en internet como el bengalí, euskera, swahili, yiddish, o incluso esperanto. Hoy la compañía del buscador cuenta con más de 200 millones de usuarios únicos al mes activos en translate.google.com (y otros tantos más en diversos sitios en los que puedes usar Translate como Chrome, aplicaciones móviles, YouTube, etc.). "Los usuarios, además, también quieren acceder a Google Translate en sus desplazamientos y hemos visto que nuestro tráfico en dispositivos móviles se ha multiplicado por cuatro cada año", ha indicado la compañía. Los usuarios de Google Translate son realmente globales, ya que más del 92% del tráfico procede de fuera de los Estados Unidos. No resulta extraño teniendo en cuenta que la mayoría de las páginas de referencia están en inglés y acuden a ellas usuarios de otros países.
Un día cualquiera, Google traduce aproximadamente la cantidad de texto que se podría encontrar en un millón de libros. En otras palabras: "Lo que todos los traductores profesionales humanos del mundo producen en un año nuestro sistema lo traduce aproximadamente en un solo día", presume la compañía. En este sentido, Google concede que "no hay quien gane a un traductor humano, porque son los expertos en traducción no solo a la hora de realizar su trabajo sino también a la hora de mejorar la traducción automática".
Google ve "un futuro donde cualquier usuario pueda acceder y compartir información independientemente del lenguaje y del lugar en el que se encuentre". Ya proporcionan traducción de páginas web al instante cuando se navega en Chrome, texto en fotos de móviles, capturas de vídeos de YouTube y de voz-a-voz en el "modo de conversación" de los teléfonos inteligentes. "Queremos erradicar la barrera del lenguaje que dificulta la vida a la gente, y estamos impacientes por ver qué nos depararán los próximos seis años", concluye Google.
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