El futuro de Facebook: de red social a 'plataforma de comunicaciones'
Redes sociales
Mark Zuckerberg desvela en una carta abierta algunos de sus planes para la compañía.
Propone primar las conversaciones privadas, con WhatsApp como referente, por encima de los contenidos públicos de los muros.
"Una plataforma de comunicaciones centrada en la privacidad". Eso es lo que el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, quiere hacer con la red social. Olvidarse de los muros, los feeds y las publicaciones automatizadas para centrarse en la mensajería privada, otra de las características de Facebook y la base de una de las aplicaciones más exitosas que posee la compañía: WhatsApp.
En una carta abierta, Zuckerberg admite que la gente "cada vez tiene más interés en conectar con otros de forma privada en lo que sería el equivalente digital de un salón". Y a esa tendencia no ha sido ajena Facebook, donde la actividad vinculada a los muros ha caído en favor de mensajes privados, publicaciones efímeras (similares a Snapchat) y los grupos.
Mea culpa por los problemas de privacidad
Como ya ha hecho en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos años, el consejero delegado de la firma ha vuelto a entonar un mea culpa por los problemas de privacidad: venta de datos, acceso indebido a información de los usuarios y su incapacidad para poner coto a los bulos que, por ejemplo, tanto han incidido en campañas electorales como la de Donald Trump o el referéndum del Brexit.
Y, una vez más, ha hecho propósito de enmienda para reconstruir Facebook como una "plataforma centrada en la privacidad" (habrá que ver qué papel juega la publicidad ahí) partiendo de su experiencia con WhatsApp, un servicio de mensajería con comunicaciones cifradas de extremo a extremo y en el que, precisamente, corren como la pólvora, de grupo en grupo y de usuario en usuario, todo tipo de contenidos (muchos de ellos disparatados) cuyos efectos ya estamos apreciando en España (Vox).
'Brexit', con Benedict Cumberbatch, en HBO
Llegados a este punto, una recomendación: la película Brexit, con Benedict Cumberbatch interpretando al arquitecto de la campaña que defendía la salida del Reino Unido y en la que se ofrece un cursillo acelerado de manipulación de electores a través de anuncios y bulos teledirigidos a través de las redes sociales a grupos concretos de ciudadanos.
Mensajes que se distribuían bajo el radar de los medios de comunicación y los responsables de la campaña pro permanencia en la UE, que se enteraron de lo que estaba pasando demasiado tarde.
Los seis principios del 'renacer' de Facebook
Volviendo a Facebook, en su carta Zuckerberg apunta que este proceso se desarrollará en los próximos años sobre seis principios: interacciones privadas, sistemas de encriptación, reducción de la permanencia online de las publicaciones que se comparten, seguridad, interoperabilidad y almacenamiento seguro de datos.
¿Cómo hará todo eso Facebook? ¿Podrá acaso hacerlo? Está por ver, pero lo que sí está claro es que de algún modo debe reaccionar a la progresiva pérdida de confianza de usuarios e inversores tras escándalos como el de Cambridge Analytica (consultora británica que recopiló millones de datos de usuarios sin su consentimiento y con fines políticos para luego revenderlos a la campaña de Trump) o el asalto de hackers que robaron los datos de millones de usuarioshackers.
Una sola app para comunicarte con todos
Bajo el epígrafe "interoperabilidad", Zuckerberg dedica en su carta un apartado a defender algo que, en realidad, tiene mucho sentido: que sea posible, desde una sola aplicación, comunicarte con alguien que te escribe desde WhatsApp, o Facebook Messenger, o a través de los mensajes de Instagram.
Esto debería ser más o menos sencillo de implementar (aunque habría que preguntar a los programadores y a los expertos en privacidad) porque todas esas herramientas pertenecen al mismo dueño: Facebook. Pero ¿qué pasa con quienes usan Telegram, Twitter, apps de Google y un largo etcétera?
Y aunque WhatsApp, Instagram y Facebook formen parte de la misma empresa, en teoría existe una separación de poderes, por así decirlo. ¿Sería entonces bueno, en ese nuevo Facebook que preconiza Zuckerberg y que ya adelantaron medios estadounidenses en enero, que nuestras comunicaciones estén tan centralizadas?
1 Comentario