Así es el nuevo escáner de aeropuertos para no tener que sacar líquidos ni dispositivos del equipaje
Transporte
Varios aeródromos prueban ya en sus controles de seguridad dispositivos como éste creado por Analogic
Analiza, en 3D y al detalle, el contenido del equipaje de mano sin tener que abrirlo
La restricción de líquidos en el equipaje de mano podría desaparecer de los aeropuertos en 2024
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Viajar es una de las mejores formas de pasar el tiempo libre, pero no siempre, como dice el dicho, es un placer. Y, si uno tiene que pasar por un aeropuerto, la primera etapa de ese trayecto es ya, como poco, un incordio. En concreto, el paso por el control de seguridad.
Dejando a un lado que cada país y casi cada aeropuerto (e incluso el mismo, según el día o los encargados en ese momento de esos controles) tiene sus propias normas, limitaciones y excepciones, hay unos cuantos elementos comunes por los que casi todos hemos tenido que pasar en algún momento: quitarnos las botas (y hasta los zapatos si se considera que la caña es demasiado alta o si llevan algún elemento metálico), sacarnos el cinturón, reloj, monedas y contenido de los bolsillos; quitarnos chaquetas y abrigos y poner en una bandeja -aparte- el teléfono, ordenador, tablet o dispositivos electrónicos similares.
Y luego está lo de los líquidos.
Los líquidos
Una restricción impuesta hace más de una década por las alertas terroristas y que obliga a llevar cualquier líquido del equipaje de mano en botecitos transparentes de una capacidad máxima de 100 mililitros que deben a su vez ir dentro de una bolsa de plástico transparente y con autocierre con una capacidad máxima de un litro. Y esa bolsa debemos también, como los dispositivos electrónicos, sacarla del equipaje de mano y ponerla en una bandeja para que pase por el escáner.
Son varios los países que comienzan a rebajar las restricciones en cuanto a los líquidos, entre ellos el Reino Unido, cuyo departamento de Transportes ha anunciado una relajación que se irá implementando de forma progresiva en los aeropuertos del país de aquí a 2024 (aunque nada se ha decidido aún en el resto del mundo) y que por lo pronto, gracias a aparatos como el que les mostramos aquí, puede verse aliviada al menos en un sentido, en el de tener que sacar los líquidos (y cualquier otra cosa, como los aparatos electrónicos) del equipaje de mano antes de pasar por el control de seguridad.
Varios aeródromos londinenses como Heathrow, Gatwick o Stansted están ya probando escáneres 3D de última generación que, con la misma tecnología de los TAC médicos, son capaces de desvelar todo lo que llevamos en la maleta o mochila sin tener que abrirla.
Los responsables de seguridad pueden girar las imágenes 360 grados y hacer zoom, en tiempo real, para comprobar lo que consideren necesario. Los algoritmos de este escáner, un aparato mucho más potente y preciso que los actuales en 2D y rayos X, detectan cualquier elemento sospechoso, como posibles explosivos líquidos, que requieran una inspección manual más detallada.
Aunque las autoridades británicas no han desvelado con qué proveedor trabajan, el modelo es similar a este de la compañía Analigic, ya instalado en diversos aeropuertos estadounidenses.
La tecnología deberá estar desplegada en todo el Reino Unido de aquí al verano de 2024, que es el plazo que ha dado para ello el Gobierno británico (inicialmente estaba previsto para finales de 2022, pero la pandemia alteró los plazos).
Las reglas sobre cuántos líquidos se pueden llevar en cabina podrían abolirse completamente para esa fecha, anticipa la prensa británica, aunque nada hay confirmado aún.
Además de la evidente molestia, el tener que sacar todos esos elementos suele causar considerables retrasos en los controles de seguridad que, en el caso de los grandes aeropuertos (con efectivos de seguridad cada vez más escasos), han llevado a no pocos pasajeros a perder vuelos o conexiones.
Al Qaeda
La norma de los 100 mililitros se implementó en 2006, tras un frustrado ataque terrorista (usando explosivos líquidos camuflados en latas de refresco) planeado por Al Qaeda contra siete aviones que despegaban de Heathrow.
La restricción de líquidos a bordo iba a ser en principio temporal, hasta que estuviese disponible la tecnología necesaria para detectar estos materiales, pero sigue vigente 15 años después, pese a la notable reducción del tamaño de este tipo de escáneres y el desarrollo de algoritmos capaces de distinguir entre un champú o un teléfono y una potencial bomba.
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