Muere Manuel Tejada, de 'Verano azul' y 'Cañas y barro'
Recuerdos de una generación
El actor de origen jiennense ha fallecido en Benidorm a los 79 años tras una intensa trayectoria teatral aunque la gran popularidad se la dio la TV de los años 70 y 80
Entre los años 70 y 80, cuando bajo el nombre de Grandes relatos se encuadraban las miniseries históricas, el nombre de Manuel Tejada se convertía en un rostro internacional de TVEy formó parte de la coproducción El conde de Montecristo, versión internacional de 1981 que formaba parte de aquellas programaciones trufadas de versiones literarias.
Tejada se había convertido por entonces en el actor español más querido por el público porque encabezó dos memorables éxitos de la cadena pública (entonces única) en dos universos de audiencia diferentes. Por un lado en Cañas y barro, en las noches de 1978, como el sufrido Tono, un barquero que convierte su finca en un arrozal, (hijo en la ficción de Alfredo Mayo y padre del malogrado actor Luis Suárez, el malvado Tonet), papel que le valió el por entonces cotizado TP de Oro.
Y por otro en Verano azul, en las sobremesas dominicales de 1982, como Agustín, el padre de Tito (Miguel Joven) y Bea (Pilar Torres), marido en la ficción de Elisa Montés, progenitor con aire conciliador y representante de la España dispuesta a evolucionar. Por entonces todo lo que aparecía en la pantalla de casa era memorable y el rostro amable de Tejada está unido a los buenos recuerdos televisivos de varias generaciones.
Este actor nacido en el pueblo jiennnense de Puente de Génave fallecía este miércoles en Benidorm a los 79 años.
Su carrera posterior se centró en el teatro, extendiendo su labor hasta hace unos ocho años, y fue en las obras de Estudio 1 donde acrecentó su popularidad.
En el cine se prodigó menos, debutando con Canción de juventud en 1962, en esa misma película donde se lanzaba al estrellato a la juvenil Rocío Dúrcal.
Con su aura de actor reconocible para unos espectadores veteranos, Álex de la Iglesia contó con él para los filmes La comunidad (2000)o Balada triste de trompeta (2010).
Entre las dos series que más se le recuerdan se encuentran intervenciones celebradas en Estudio 1 como en La dama boba, en 1980;o Los ladrones somos gente honrada, en el 79. Para la revisión de Ibáñez Serrador de sus Historias para no dormir, en color en 1982, protagonizó dos de las cuatro entregas, FreddyFreddy y El fin que empezó ayer, lo que refrendaba aquel momento excelente mediático.
Con su vitola de recuerdo, mientras mantenía un intenso trabajo en el teatro, participó en series costumbristas de los años 80 como Tío Willy (con Pajares) o Un chupete para ella (con Juanjo Puigcorbé). Tejada se forjó en las tablas pero el cariño del público catódico nunca le abandonó.
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