El desastre de Carlos Latre de Telecinco visto por el crítico Antonio Sempere, "Es un horror..."

Babylon Show cerraba etapa este miércoles tras trece entregas y hundirse hasta el 3,1% el martes en el fragor del enfrentamiento de David Broncano y Pablo Motos. La Revuelta ha impulsado la noche de La 1, mientras que la de Antena 3 se ha reforzado ante la amenaza de la competencia. La gran perdedora ha sido Mediaset. Telecinco es la que se ha desagrando de ese duelo, mientras que persiste First Dates en Cuatro y se ha vido algo perjudicado el veterano El intermedio en La Sexta, en línea editorial pareja al show de La 1. Incluso hasta el concurso de La 2, Cifras y Letras, llegó a estar por encima del programa de Carlos Latre, un Babylon condenado a la cancelación, aunque haya existido queja y lamento por parte de su equipo creativo.

Antonio Sempere, uno de los críticos de TV del Grupo Joly, colaborador en otros medios y analista que lleva cerca de treinta años escribiendo sobre lo que ve en las pantallas, desgranó esta crítica sobre Babylon Show poco antes de conocerse en esta semana su cancelación:

"Para quienes defendemos el buen cine español y la buena televisión en España Babylon es una de los peores sucesos del año. Babylon Show es un horror y sus hacedores no saben el enorme daño que puede hacer al medio televisivo que se juegue con él con semejante inconsciencia. Todo es impericia. No hay contenido. Aparecen en los créditos guionistas (¿?). En ningún momento se atisba la magia de lo que puede suceder en un plató.

Todo lo contrario. El resultado es obsceno, plúmbeo y torpe. Solamente un crítico de televisión que se haya apostado ver el programa completo lo aguantará hasta el final. ‘Babylon’ parte de demasiados mitos falsos. Como que Latre es el mejor imitador del país (seguro que no ha visto a Raúl Pérez, sus guiones y su contexto). Como que la televisión se hubiese quedado anclada en ‘La sonrisa del pelícano’ de Pepe Navarro, aquella cosa nefasta. Como si el medio televisivo no fuese más que mucho ruido y pocas nueces. Confundir la publicidad con el formato es tomar a los espectadores por tontos. Elegir un programa absurdo para promocionar un producto como ‘Odio el verano’ (película del mismo grupo) es una falta de respeto también a los actores participantes en la cuchipanda.

Resultó doloroso ver a Malena Alterio, que inició la temporada cinematográfica con la excelente ‘Que nadie duerma’ (echándose un papel complicadísimo a las espaldas) clausurándola con este estrambote fuera de lugar. Resulta doloroso doblemente: porque lleva el epígrafe de ‘cultura europea’, cuando de producto cultural europeo tiene lo mismo que un servidor de futbolista, y porque el público ha acudido en masa a verla, mientras ¡cincuenta películas españolas estrenadas en nuestro país en lo que va de 2024 han tenido menos de diez mil espectadores!"-

Demoledor un devoto del servicio público de La 2 como Antonio Sempere.