'Querer' es la mejor serie española del año y lo logra con menos que nadie

El minimalismo preside el criterio seguido por la directora Alauda Ruiz de Azúa en Querer, una serie no recomendable para quienes gusten del ritmo trepidante y los cambios de plano cada dos segundos. En esta ficción que rezuma verdad por todos sus poros gracias a la composición de Nagore Aranburu (a la que entran ganas de abrazarla en tantas ocasiones) predominan su mirada y sus silencios. 

Querer (Movistar Plus +) aborda la violencia sexual dentro del matrimonio, y con ella una serie de palabras colaterales, como ‘consentimiento’. Aunque lo mejor es saber lo menos posible y afrontar su visionado como un viaje catártico. Lo mejor de esta serie (y advierto que es de las más potentes que nos ha regalado la ficción española en los últimos años) es que evita el maniqueísmo. 

No harán bien en etiquetarla los de siempre como una trama más que cuelga el sambenito a la sociedad patriarcal y se ceba en la figura del hombre. En esta ocasión la historia está contada de manera sutil. Interpela a cualquier persona sensible, con independencia de su género u orientación.

Recuerdo mucho estos días Clases particulares, el trabajo con que Alauda Ruiz de Azúa se graduó en la ECAM, que fue presentado en sociedad en 2005. Aquella historia mínima con Álex García y Bárbara Santacruz ya dejaba entrever no pocos recovecos de sensibilidad. Pasó mucho tiempo hasta que cristalizó su opera prima, Cinco lobitos, a la que le eché en cara que nos presentaba a unos hombres bastante achicados por sus parejas.

Pero Querer es una obra tremendamente adulta y equilibrada, donde todo está medido. 

Estoy contento, porque si la serie del pasado año era La Mesías de Los Javis, y las de este año son Querer y Los años nuevos de Rodrigo Sorogoyen, hemos dado un paso de gigante en la ficción española.