La única persona que apoyó a Cayetano Martínez de Irujo en su ruptura con la infanta Elena
Corazón noble
El hijo de la duquesa de Alba no estaba convencido de su relación con la hija de don Juan Carlos aunque todo el mundo le animaba a seguir adelante
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Ha sido uno de los jinetes más destacados que ha tenido la hípica española en estas últimas décadas y ahora está centrado en los negocios. Era inevitable que coincidiera en muchas convocatorias con la infanta Elena, que acarició su participación en los Juegos Olímpicos donde él sí estuvo, en Barcelona 92, logrando diploma olímpico por equipos, con un meritorio cuarto lugar. Su abuelo fue medalla de plata en polo.
El conde de Salvatierra y la hija mayor de don Juan Carlos coincidían en los recintos hípicos y el roce hizo el cariño. Salieron durante tres meses y la relación se rompió por deseo del hijo de la duquesa de Alba, que no quería llegar más allá y se confirmara su vínculo.
De ese asunto ha hablado en el programa de Cuatro Viajando con Chester, donde Cayetano ha dado un repaso a su currículum sentimental. Está feliz con Bárbara Mirjan, su actual pareja, con 33 años de diferencia que no son un problema, y por supuesto que guarda afecto hacia Genoveva Casanova, madre de sus hijos, Luis y Amina.
Cayetano también fue pareja de Ana Obregón o de Mar Flores, cuando las revistas lo elevaban como el gran soltero de oro de la aristocracia española. Con la infanta Elena podría haberse comprometido pero fue él el que temió dar el paso, tal como contó en su libro de memorias, lo que originó un enfado de doña Elena al conocerse ese detalle.
"Es una grandísima persona", le piropeaba este martes en la entrevista en Cuatro. "No se sabía, fue todo muy oculto y secreto", revela sobre esa pasajera relación. Y justifica así el agobio que le suponía: "en tres meses me di cuenta que no estaba preparado para salir de una celda educacional tan fuerte como la mía para meterme en una mucho mayor", admite Martínez de Irujo, que nada más que tenía de respaldo a su nana, que comprendía que sufría su papel de "segundón", que era lo que esperaba con una relación con la infanta Elena, lo que sucedió en el año 1990.
Cayetano es claro de quién de su entorno familia le apoyó en su decisión de romper con la hija del Rey. "La única que se mantuvo imparcial fue mi hermana Eugenia. Todos los demás me empujaban en esa dirección, fue difícil salir de ahí", ha admitido al respecto el hijo menor de la duquesa de Alba, que estaba desbordado frente a las presiones. "Tuve la fuerza de decir "esto no es lo mío". No era lo que buscaba", agrega el conde de Salvatierra, que opina que fue su carácter el que permitió zanjar las dudas. Un carácter heredado de su madre.
La infanta Elena sigue siendo su amiga. Cada uno formó su familia aunque la vida sentimental de ambos hayan tenido sus altibajos.
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