Rosa Villacastín se despide de la televisión para siempre

Rosa Villacastín se jubila a sus 77 años y no volverá a ser contertulia habitual en la televisión. En el Lazos de sangre de esta semana, sobre Carmen Martínez Bordiú, Jordi González despedía de forma cariñosa a la veterana cronista que durante más de treinta años ha sido rostro habitual sobre el mundo del famoseo en las distintas cadenas. La labor profesional de esta abulense comenzó en 1971 en el diario Pueblo, la emblemática cabecera dirigida por Emilio Romero, cantera de periodistas de ambición, comoperiodista parlamentaria. En el propio Lazos de sangre se extraía la primera aparición de Villacastín en TVE, durante una rueda de prensa del presidente Adolfo Suárez en el año 1979. Era la principal firma de la actualidad política en los años de la transición en Pueblo.

Villacastín estuvo vinculada a la crónica política y la investigación durante todos los años 80 hasta que fichó por la revista Diez Minutos en 1989. Ahí comprobó que el mundo rosa, aparentemente frívolo, de la jet set y de los famosos en general daba para mucho. En Antena 3 Radio se forjó también en el debate sobre el corazoneo.

Hay un momento crucial en la historia reciente de la televisión en España que nadie calculaba en ese momento lo que iba a generar. El julio de 1997 Antena 3 estrenaba en la sobremesa el programa Extra Rosa con el que plantaba cara a un formato que sacudía el concepto de información sobre los famosos, Qué me dices, en Telecinco. En ese formato del corazón se puso a Rosa Villacastín para que relatara de forma más clásica la crónica rosa frente a la competencia pero sin la formalidad de Cristina García Ramos en el Corazón de TVE. Villacastín había sido fichada de Telecinco como la colaboradora más destacada de matinal de María Teresa Campos, que hacía poco había desembarcado desde La 1 (por entonces, La Primera). La malagueña conocía a Villascastín desde sus primeros tiempos directivos de Radiocadena. Se convirtió en un pilar del programa de Campos y de ahí pasó a tener su espacio propio en Antena 3. Al lado de la cronista de moda se colocó a una presentadora de prolongada trayectoria que había recuperado Telecinco, Ana Rosa Quintana.

Extra Rosa fue la gran oportunidad de AR para que el público la descubriera. Quince años antes, muy joven y procedente de las radiofórmulas, había presentado el informativo Al cierre en la cadena pública y desde entonces se había centrado en la radio, en Antena 3 Radio. Al pasar a Telecinco con Veredicto y Nunca es tarde (Hay un cara para ti) se observó que había potencial aunque la mayoría de los directivos habrían observado en ella que era "una más". Villacastín estaba predestinada a ser la estrella de Extra Rosa, pero finalmente su compañera de diálogos, con un tono más desenfadado se llevó el gato al agua de las tardes. Su Sabor a ti se convirtió en el magacín principal y Villascastín se quedó sin extra y casi sin programa rosa y acabó a las ocho de la tarde. Con los años regresaría con Ana Rosa para formar parte de sus tertulias tras haberse pegado un batacazo en las mañanas de Antena 3 frente a su ex jefa María Teresa.

La recién jubilada Rosa Villacastín se llama al completo Rosario Martín Villacastín, nieta de quien fuera última esposa del poeta nicaragüense Ruben Darío, Francisca Sánchez del Pozo. Alo largo de las dos últimas décadas formó parte de los distintos matinales y llegó a tener otro programa propio en Antena 3, La vida es rosa, tras haber pinchado también con una tertulia de famosas, llamada Grandiosas, en Telecico, años en los que era difícil fijarse en la parrilla, mérito para Ana Rosa Quintana que sin embargo en esta temporada en la que ha regresado a las tardes no ha tenido los notorios resultados que se le preveían.

Con la jubilación de Villacastín, si llega a ser efectiva, se afianza el cambio generacional en la crónica televisiva del corazón.