Álvaro Sanlúcar y el torero manchego Aníbal Ruiz conciertan apoderamiento

El novillero con caballos Álvaro Sanlúcar comunicó ayer a este medio que había concertado su apoderamiento con el matador de toros recientemente retirado Aníbal Ruiz, un apoderamiento que dijo que le ilusionaba muchísimo tratándose de una apuesta firme por sus posibilidades.

Se da la circunstancia de que Aníbal Ruiz es nuevo en estas lides y comienza una nueva etapa profesional con el sanluqueño, ya que se retiró de los ruedos el pasado 27 de septiembre, en la plaza de toros de Alcázar de San Juan, su localidad natal, en una encerrona con seis toros, una despedida que había anunciado un años antes.

Aníbal Ruiz no es un recién llegado al mundo del toro ni mucho menos: debutó sin picadores en Campo de Criptana en 1994 con 14 años ya que nació en 1980. Lideró el escalafón de novilleros en 1997 con 54 novilladas en las que cortó 108 orejas y 15 rabos. Tomó la alternativa en Ciudad Real, el 2 de julio 1998. En 17 temporadas como matador de toros ha lidiado más de doscientas corridas de toros en las que ha cortado 373 orejas y 33 rabos.

El torero manchego declaraba a este medio que "no tenía pensado ser apoderado aunque había tenido ofrecimientos, pero conozco a Álvaro desde hace tiempo y sé de sus cualidades y que es un torero distinto. Este invierno hemos hablado y nos hemos ilusionado los dos y yo no daría este paso si no creyera en él y estuviera convencido de que puede ser una figura del toreo. Conociendo el torero que es y sus cualidades, me daba rabia que estuviera parado". Muy positivo Ruiz valora también que esas dificultades también construyen a la madurez de un profesional: "para ver cómo es esto y sacar fuerza de las complicaciones".

Acaban de empezar y ahora hay que trabajar mucho: "Por ahora tengo que cerrar actuaciones por plazas de Ciudad Real y La Mancha y tenemos también el objetivo de El Puerto donde fue el triunfador de El Puerto busca un torero, cuyo premio era una novillada picada que no le han dado porque no ha vuelto a torear allí. También Madrid antes de feria. Trabajar y trabajar. En estos últimos días hemos estado haciendo campo y la verdad es que me ratifico en que si me he metido en estas tareas es porque creo ciegamente en el torero y en las cualidades que tiene para ser figura".