Dos orejas para Iván Fandiño en la tercera de Feria de Valladolid

Iván Fandiño ha sido el triunfador de la tercera corrida de feria de Valladolid, festejo en el que Sebastián Castella también ha conseguido un trofeo.

Se han lidiado toros del Pilar, bien presentados. Muy buenos quinto y el sexto, aplaudidos en el arrastre. Muy noble el primero pero blando, rebrincado y blando el segundo, con problemas el tercero y manejable el cuarto.

Juan José Padilla, saludos y saludos tras aviso. Sebastián Castella, saludos y oreja tras aviso. Iván Fandiño, silencio y dos orejas. Casi media entrada.

Con el primero de Padilla los primeros compases de la faena hicieron parecer que sí, pero no: el toro comenzó a exponer sus carencias de fuerzas y su falta de recorrido. Padilla abrevió.

A su segundo no lo banderilleó. ¿Quería demostrar que el toro era malo? No lo fue, y Padilla realizó una faena muy del corte padillista, que remató muy mal con la espada.

En el primero de Castella, el torero dio en el centro del redondel cuatro chicuelinas de diseño. En la muleta el toro no dejó de presentar problemas, y el torero no consiguió acoplarse y le pasaportó de una estocada fulminante.

A su segundo le hizo una faena en el centro del ruedo en series por ambos lados en los que el arte y el valor se dieron la mano con naturalidad, sin aspavientos y con el colofón de una estocada fulminante.

Con el primero de su lote, Iván Fandiño intentó mucho y consiguió poco. Faena intermitente, deslavazada, al no contar con la colaboración del toro, al que mató muy mal.

Con el último de la tarde, armó un alboroto con la muleta en una faena llena de valor y verdad, a la que, quizá, faltó un poco de sentimiento. El estoconazo final puso de acuerdo a todos.