El Juli corta siete orejar y un rabo en su encerrona en Cáceres
Bonita y triunfal tarde la vivida ayer en Cáceres para ayudar a la lucha contra el cáncer infantil. El Juli, como único espada, trenzó el paseíllo acompañado de un grupo de niños. El compromiso fue total, mostrando una gran variedad de capa. Quitó por verónicas, faroles, caleserinas, chicuelinas, cordobinas y hasta zapopinas, y en todas sus faenas de muleta exhibió dominio y mucha técnica para solventar la situación con un triunfo grande.
Abrió plaza un toro de Domingo Hernández de embestida suave, al que El Juli entendió pronto y al que cortó una oreja después de una faena en la que se mostró fácil y contundente con la espada. El madrileño le cortó los dos apéndices al segundo de la tarde, al que inició la faena rodilla en tierra, para cuajarle a continuación con suficiencia y gran dominio de la situación. El toro colaboró y El Juli se deshizo en redondos y naturales de notable calado, mostrando, además, un sosiego que le duró toda la tarde. El tercero, sin embargo, tuvo más tranco y casta, aunque pronto le bajarían los humos con un fuerte castigo en varas.
Al cuarto se lo llevó a los medios, donde se centró con él para sacarle tandas de notable mérito por la informalidad y falta de codicia del astado. El pinchazo previo a la estocada final no fue impedimento para que paseara una oreja. El quinto fue el de mayor presencia y empuje en el caballo, al que derribó, y al que el propio torero banderilleó con gran seguridad. El que cerraba plaza tuvo que ser devuelto a los corrales y le sustituyó otro de la misma ganadería, con el que El Juli mostró su fortalece física, variedad torera y, sobre todo, gusto en la interpretación.
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