Pablo Hermoso, gran 'Caviar' en el aperitivo sanferminero
El navarro firma una faena excelsa en Pamplona, premiada con dos orejas y rabo ·Percances de dos caballos de Sergio Galán, que acompaña al navarro a hombros
GANADERÍA: Corrida de Fermín Bohórquez, de buen comportamiento en conjunto. Destacó el quinto, un toro de gran nobleza.. TOREROS: Joao Salgueiro. Pinchazo y rejón sin quebrar (silencio tras aviso). En el cuarto, pinchazo, rejón y dos descabellos (silencio). Pablo Hermoso de Mendoza. Rejón trasero, sin quebrar, con derrame (oreja). En el quinto, rejón (dos orejas y rabo). Sergio Galán. Rejón (silencio). En el sexto, rejón (dos orejas). Incidencias: Plaza de toros de Pamplona. Lleno. Lunes 6 de julio de 2009. Lleno. El caballo 'Apolo' sufrió una cornada en la cara interna del anca derecha y 'Fado' sufrió otra en la cara exterior del anca derecha.
Un día antes del patrón de Pamplona, San Fermín, Pablo Hermoso de Mendoza sirvió uno de los aperitivos en este ciclo, de toreo a caballo, más suculentos de cuantos se han paladeado en esta plaza, que es como el patio de su casa para el navarro. Ejerciendo como un anfitrión extraordinario, el estellés elevó el arte de Marialba a los altares, con un delicioso Caviar con el que los espectadores se chuparon los dedos. Este Caviar es un caballo de tan sólo cuatro años, de su hierro, con un temple, un ritmo y un valor impresionantes. La faena, impresionante, rotunda, excelsa, fue premiada con los máximos trofeos y el público vibró como muy pocas veces y se rompió las manos aplaudiendo en cada suerte, a cual más inverosímil. Una faena de principio a fin sin fisuras, con un toro nobilísimo de Fermín Bohórquez, que envió un encierro de buen comportamiento en su conjunto. Hermoso, con Estella, fue templando a un astado que salió con muchos pies. Con Silveti pisó terrenos comprometidísimos y toreó de frente con cadencia. Luego, con Caviar, un animal de gran elasticidad, con el que arriesgó sobremanera, llegaron quiebros de locura, uno de ellos muy medido y excelente y otro magnífico, genial. Mató de un rejón en la suerte suprema para ser premiado con dos orejas y rabo y la posterior salida a hombros tras una actuación sensacional.
El rejoneador navarro vivió momentos delicados en su primer toro, cuando sus caballos Dalí y Pirata perdieron las manos por el mal estado del piso de plaza. Pero la fortuna estuvo de su parte. El toro, que vino como un rayo hacia jinete y cabalgadura, levantó al equino de un topetazo. Con Chenel brilló sobremanera en el toreo a dos pistas, metiéndose hacia los adentros en una especie de trincherazo que puso al público en pie. Mató de rejón trasero, con derrame, para ganar un trofeo.
Sergio Galán también se ganó la Puerta Grande, su séptima salida a hombros consecutiva en los Sanfermines. Tras el éxito impactante de Hermoso, el conquense dio la talla de figura del rejoneo. Faena variada y bien trazada, aderezada con la pimienta de tres batidas a pitón contrario a lomos de Vidrié. También estuvo a buen nivel con Montoliú y Capea y echó mano de Charro -muy valiente- para la suerte suprema, tras la cogida de Fado. El guión ante su primer astado, estuvo marcado por las dramáticas cogidas de dos de sus caballos, Fado y Apolo, que padecieron el mal estado del piso de plaza. La peor parte se la llevó el primero, con una cornada interna en el anca derecha, en el epílogo de la faena. Galán sobresalió de nuevo en la suerte al quiebro. Emborronó su obra con el mal manejo de los aceros.
Abrió cartel el luso Joao Salgueiro, que dio una buena medida en el toreo, pero que falló estrepitosamente con los aceros. Con el que abrió plaza realizó una faena desigual, descollando en banderillas con Picasso, y con el cuarto brilló en suertes puntuales y arriesgadas, como una banderilla de poder a poder.
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