Pérez Mota abre la puerta grande con una importante actuación

GANADERÍA: Seis toros de Martelilla, el segundo como sobrero de otro titular devuelto porque se descoordinó por un golpe al salir al ruedo. De juego desigual, fue el mejor el noble sobrero y tuvo buena condición el primero aunque vino a menos. TOREROS: Alejandro Morilla, de lila y plata, estocada (oreja) y dos pinchazos y estocada corta (saludos tras ovación). Manuel Pérez Mota, de blanco y oro, estocada (oreja con petición de la segunda) y pinchazo y estocada (oreja). David Galván, de lila y plata, tres pinchazos, corta caída y dos descabellos (ovación tras aviso) y dos pinchazos y media (palmas tras aviso). INCIDENCIAS: Un quinto de plaza y buena tarde del peonaje: Caco Ramos pareó muy bien al primero y bregó igualmente bien al cuarto. También manejó bien la capa Ocaña en el primero ; se desmonteraron tras parear Álvaro Núñez en el tercero y Agustín González en el quinto. PARTE FACULTATIVO: Morilla no dio la vuelta al ruedo en el primero para pasar a la enfermería: el toro le pisó en el quite y perdió la uña del dedo gordo del pie derecho, toreando su segundo infiltrado.

Gran dimensión de Pérez Mota ayer en El Puerto, que puede dar mucho de sí, por cómo entendió a sus dos toros, sacando partido a un lote en dos versiones de torero. Porque si en su noble primero el de El Bosque meció la verónica y movió los engaños con máxima calidad, buen gusto e irreprochables formas toreras, supo aprovechar las embestidas de también noble pero muy venido a menos quinto. A la vista de las orejas que se regalan en esta plaza es increíble que el presidente le negara la segunda de su primero a un torero que se tiró a matar por arriba y certero a sus dos toros y saldó la tarde con un sobresaliente.

Alejandro Morilla planteó a su primero una faena con argumento, bien planteada y resuelta moviéndose muy bien por el escenario y respetando los tiempos de un toro que se le venía abajo, pero que tuvo buenas embestidas. El portuense se ganó la oreja a ley, matando también por arriba. Otra cosa fue su segundo, complicado, rebrincado y cabeceando la muleta. Morilla, que cojeaba por el percance del toro anterior, puso mucha voluntad pero no pudo armar faena.

David Galván se presentaba como matador en El Puerto y tampoco tuvo opciones con sus dos toros. Estuvo por encima de su primero, queriendo mucho con un toro que fue brusco de salida pero que no aportaba nada, soso en la muleta. Dejó unos doblones de sensación. Igual de entregado, serio y bien colocado en el mansote y reservón sexto que no rompió a embestir con franqueza, también falló a espadas en este toro.