La sabiduría tocada por la gracia
PACO CAMINO (1940). Desde que aparece de becerrista en Cumbres Mayores, su pueblo, Camas, se divide en caministas y curristas · Fue figura máxima durante un cuarto de siglo
HABÍAN tomado ya la alternativa Diego y Curro cuando Paco Camino debutó en Sevilla de novillero. Era la novillada que cerraba una Feria que dejó bien claro el triunfador, Curro Romero, y ya por entonces se habían dividido los cameros en curristas y caministas. Y es que antes de debutar en Sevilla ya tenía Paco un cartel tremendo en Camas.
Paco Camino nació en dicho pueblo ribereño el 14 de diciembre de 1940, hijo de Rafael Camino, un banderillero modesto, por el que iba a recibir en vena la inoculación del toreo. Hay fotografías en las que se le ve con pantalón corto y un rabo en sus manos. Fue en Cumbres Mayores, el bonito pueblo de la Sierra de Huelva, y desde ahí se pudo colegir que Paquito tenía madera de torero buenísimo.
De tentadero en tentadero, en la finca donde más tiempo transcurrió su aprendizaje fue en El Serrano, donde pastaba la ganadería de José Luis Hidalgo Rincón. Tentaderos, mucho toreo de salón en el campo de fútbol del pueblo y a Sevilla cuando había toros. Desgraciadamente, los toros son caros, Paco era un niño pobre y tenía que conformarse con ver salir a los toreros del Hotel Colón. Y ya por entonces se le quedaría fijada una admiración, la que sintió por Antonio Ordóñez. Veía salir al rondeño del hotel y salía corriendo Canalejas arriba, Marqués de Paradas, Pastor y Landero, Adriano, Gracia Fernández-Palacios y la meta. La meta era calle Iris, donde Ordóñez estaba a punto de llegar para entrar en la plaza.
Estábamos en que Paco debutó en Sevilla cuando los que iban a ser, con él, señeros representantes del toreo de Sevilla ya eran matadores de toros. Fue la tarde del 26 de abril de 1959 con una novillada de Hidalgo Rincón y acompañado de Antonio González y de Juani Vázquez. Una oreja cortó Paco, pero el gran zambombazo ocurrió en pleno verano. Entonces veraneaba muy poca gente y había festejos todos los domingos y más si había algún festivo.
Organizó Diodoro Canorea -era el primer año del gran empresario desaparecido- dos novilladas bajo la base de Camino los días 18 y 19 de julio. La primera fue de Pérez de la Concha y Paco, acompañado en el cartel por Juani Vázquez y Rafael de Paula, le cortó las dos orejas a cada uno de su lote. Cuatro orejas y una apoteosis tremendas que pusieron a Paco en órbita.
El primer apoderado que tuvo fue Vicente Vega, pero a partir de su explosión entraría en una casa que sería la suya hasta el último momento, la Casa Chopera que capitaneaba un empresario y apoderado modélico, don Pablo Martínez Elizondo, el patriarca de la saga Chopera.
Estaba cuajado y toma la alternativa en Fallas con el toro Mandarín, de Urquijo. Le entrega los trastos Jaime Ostos y testifica Juan García Mondeño. No se ponen de acuerdo Chopera y Canorea, por lo que Paco se queda sin torear la Feria en su primera temporada de matador de toros. Por ese tiempo ya se ha inclinado Sevilla por un torero con el que mantendrá una relación de fidelidad perpetua, Curro Romero.
En Camas se ha abierto una rivalidad tremenda entre los partidarios de ambos. En esos primeros años de alternativa sufre un bajón, lo que da lugar a que el prestigioso crítico y gran escritor Antonio Díaz-Cañabate le llame Paquito Mandanga. Da la impresión de que Camino se deja mucho dentro, de que su inteligencia privilegiada es un freno para un esfuerzo mayor. Es algo que el torero se ha cansado de rebatir, diciendo que, a lo peor, es que no daba más de sí.
Pero dio una barbaridad de sí, ya que permaneció en el cumbre del toreo todo el tiempo que le dio la gana y hasta lideró el escalafón al final de la temporada de 1966. Paco tuvo un cartel extraordinario en México, donde todavía se recuerda la faena que le hizo en la plaza El Toreo de Cuatro Caminos a Traguito, un toro de Santo Domingo que se fue sin el rabo al desolladero. De allí volvió casado a España con Norma Gaona, la hija del omnímodo empresario taurino Alfonso Gaona.
Su idilio con México y con todas las plazas españolas no se correspondía con la de su tierra. Paco se deja ir en las primeras Ferias y no cuaja hasta la extraordinaria corrida de los sevillanos en 1965. Está en muchos bares de Sevilla la foto en que Diego, Paco y Curro dan la vuelta al ruedo con Pepe Benítez Cubero. Es esa corrida un hito en la historia de la Maestranza y ocurrió la tarde del 29 de abril.
Por aquel tiempo fue célebre su encontronazo en Aranjuez con El Cordobés por culpa de un quite del camero al Benítez. Su cima, dentro de un considerable número de cimas, se fía para el 4 de junio de 1970. Se anuncia en solitario para corrida de Beneficencia y corta ocho orejas, saliendo una vez más, doce en total, por la Puerta Grande de Las Ventas. Paco Camino ha sido un torero que aunó inteligencia con gracia, que muy pocos han sido los que han salido de la cara del toro con la torería de Paco. Virtuoso con el capote, su mano izquierda era portentosa al natural. Se retiró en 1983 y volvió a vestirse de luces en 1987 para darle la alternativa a su hijo Rafi en Nimes. Torerazo de Sevilla, nunca gozó de la incondicionalidad de su tierra.
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