La flota hacia las Molucas ha zarpado hoy de Sanlúcar tras 40 días de preparativos
Diario de una gran hazaña | Capítulo 1 (20 de septiembre de 1519)
La expedición, compuesta por cinco naves y casi 250 hombres, busca llegar hasta las islas de las especias viajando hacia Occidente
La localidad gaditana de Sanlúcar de Barrameda ha despedido hoy, 20 de septiembre de 1519, a la expedición marítima impulsada y patrocinada por el rey Carlos I que busca llegar a las Molucas navegando hacia Occidente.
La expedición está capitaneada por el marino portugués Fernando de Magallanes, está compuesta por cinco embarcaciones y a bordo de ellas navegan 239 hombres, que es el tope máximo impuesto por la Corona.
El objetivo principal de la expedición es intentar hacer acopio de las especias tan valoradas que se encuentran en varias islas de Oriente, sobre todo de clavo. Según algunos estudios realizados en los últimos años, hay expertos que, de acuerdo con el reparto del planeta realizado en 1494 –hace por tanto 25 años– entre los reinos de España y Portugal en el conocido como Tratado de Tordesillas, esas islas pertenecerían a España y no al país vecino.
El visto bueno definitivo a este viaje se produjo el 22 de marzo de 1518 –es decir, hace ahora un año y medio– en las conocidas como capitulaciones de Valladolid. Tras recibir una dolorosa negativa por parte de su rey, el luso Manuel I, Fernando de Magallanes buscó convencer al rey de España, Carlos I, de que era posible llegar a las islas de las Especias viajando hacia Occidente y buscando un paso por mar para salvar el continente americano. El rey español, hijo de Juana la Loca y nieto de los Reyes Católicos, acogió desde el primer momento este ofrecimiento con todo entusiasmo.
En esas capitulaciones de Valladolid, Carlos I ordenó a Magallanes que se trasladara a Sevilla y que presentara a los oficiales de la Casa de Contratación de las Indias toda la documentación y los permisos necesarios para que armasen las cinco naves que integrarían finalmente la expedición y que han sido adquiridas para la ocasión. El grueso de la dotación lo ha buscado el propio navegante portugués, aunque una mínima parte está formada por personas de confianza de la Corona, entre contadores y escribanos.
Entre los cometidos que se han ordenado a Magallanes están los de continuar la exploración de la costa sudamericana en busca de un paso por mar hacia el Oeste que permitiera avanzar hacia las verdaderas Indias orientales. Y una vez que se descubra ese paso al Oeste, la expedición debe dirigirse a las Islas de la Especiería o Islas Molucas. Hasta ahora la única ruta conocida, y que está bajo el control de Portugal, es la que obliga a rodear África por el sur.
La expedición ha zarpado hoy de Sanlúcar con 239 hombres entre los que hay marineros, oficiales, soldados, especialistas de diversos oficios, grumetes, pajes y criados. La nave más importante, y la que está capitaneada por el propio Magallanes, es la Trinidad. Junto a ella también han puesto proa a la mar las naos Concepción, San Antonio, Victoria y Santiago.
La primera parada prevista es la isla de Tenerife, donde esperan llegar, si no hay contratiempos durante la navegación, en el plazo aproximado de una semana. Allí, en las islas Canarias, terminarán de cargar víveres antes de reiniciar el viaje hacia América cruzando el Océano Atlántico.
La flota ha zarpado tras 40 días de preparativos en Sanlúcar de Barrameda. Cabe recordar que las cinco naos arriaron velas desde el muelle de las Mulas de Sevilla el pasado 10 de agosto. Durante este mes y medio, junto a la desembocadura del río Guadalquivir los responsables de cada embarcación han ido completando sus pertrechos para poder encarar un viaje que se espera que sea muy duro. No en vano, las previsiones apuntan a que el regreso de la flota puede demorarse hasta dos años.
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