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Análisis 'Broken Age'

¿Echa de menos aventuras gráficas a la altura de la celebrada saga 'Monkey Island'? Tim Schafer, uno de los creadores de aquella serie, vuelve a la carga con 'Broken Age', disponible en descarga para PS4 y PS Vita.

Elsotanoperdido.com

08 de mayo 2015 - 12:47

Los veteranos amantes del entretenimiento digital recordarán una de las compañías que más se trabajó el perdido lustre de las aventuras gráficas. LucasArts, la desarrolladora más importante del emblemático e ingenioso género que vio nacer, crecer y morir a MonkeyIsland, sufrió un vertiginoso descenso hacia el olvido tras la aparición en escena de nuevos conceptos jugables. Finalmente perdieron la batalla a manos de las siempre despiadadas nuevas tecnologías. Entre todo el amasijo de brillantes mentes creadoras destacaron entonces Ron Gilbert y Tim Schafer, responsables de la inolvidable serie de piratas que, recientemente, fue rescatada de la mano de Telltale Games.

Ahora, cuando la tecnología ha decidido acompañarnos a todas partes, parece ser que el género dirigido a los jugadores más perspicaces vuelve a estar de moda, y así lo demuestran obras como Dreamfall Chapters: The Longest Journey, The Vanishing of Ethan Carter e incluso el retorno de Grim Fandango en su versión remasterizada. Entre este aluvión de propuestas, cada una con su propio estilo, destaca la vuelta de Schafer al género que le dio gloria. Hablamos de Broken Age, un videojuego financiado en la plataforma de micro mecenazgo Kickstarter que estrenó su primer acto en ordenador y dispositivos inteligentes durante el año pasado y que ahora da el salto, en su versión completa, a PlayStation 4 y PlayStation Vita. Veamos entonces como le ha ido en su transición a las consolas de la familia de Sony.

Shay y Vella, dos vidas opuestas y conectadas

La trama argumental que ha preparado Double Fine para Broken Age nos muestra las vidas de dos jóvenes procedentes de mundos completamente opuestos. Por una parte tenemos a Shay, un adolescente que tiene una cómoda y aburrida vida en su nave espacial, donde la inteligencia artificial del sistema -es decir, sus propios padres-, mantienen a raya cualquier vestigio de iniciativa propia. En segundo lugar el juego nos presenta a Vella, una pastelera escogida para recibir el gran honor de ser sacrificada como tributo a mog Chothra, una criatura monstruosa que cada año recorre diversas localidades del mundo para alimentarse de mujeres de buen parecer.

El argumento conecta rápidamente con las primeras impresiones del jugador, que pronto experimentará una sensación de desasosiego hacia los personajes. Sin querer desvelar demasiados detalles del guión, pues es el punto fuerte de la obra, destacaremos que las historias se entrelazan de diversa manera durante los dos actos del videojuego, pero sobre todo una vez traspasados el ecuador de la aventura. Así, Shay conocerá un peculiar lobo que se mantiene en el anonimato dentro de su nave espacial y que le llevará a vivir aventuras reales, mientras que Vella, por su parte, se rebelará contra la tradición sangrienta y plantará cara a mog Chothra. Personajes entrañables, cada uno con sus propias preocupaciones; situaciones disparatadas, como árboles enfrentándose a leñadores, y momentos que desafían cualquier tipo de lógica tienen cabida dentro de una aventura que se muestra muy interesante desde el primer momento.

Sin perder un ápice de esencia, Broken Age defiende a gritos su condición como obra de género. Continúa con la fórmula reconocida por los usuarios de ordenador: el metódico point & click. En PC, el título se controla con el ratón, realizando barridos de pantalla para comprobar los elementos interesantes del entorno y utilizando los objetos del inventario para ir avanzando según las necesidades. El traspaso del control al mando de PlayStation 4 y la portátil de Sony, sin embargo, no ha estado a la altura de las expectativas. No es que el control sea malo, en absoluto, pero cualquier usuario que venga de disfrutar las virtudes del género en compatibles verá cómo el uso de los sticks analógicos como puntero y los gatillos para alternar entre los elementos del inventario resultan insuficientes. Si bien es cierto se ha incluido la opción de utilizar la segunda palanca del mando para resaltar directamente los objetos importantes del escenario, la opción, de hecho, elimina las necesidad de la metódica exploración que propone el género, simplificando, por consiguiente, la experiencia de juego.

En cualquier caso, una vez adaptados a la nueva situación del mapa de control, encontraremos con un título que es capaz de despuntar en casi todos los aspectos que lo componen. La historia, insistimos, refleja algunos problemas del mundo real en un universo fantástico, como la situación de la tecnología en nuestra vida diaria. De igual manera, quedan representadas la religión, los mitos, la falsa modernidad y las tradiciones en un ejercicio de inspiración que, desde luego, ofrece varias lecturas.

Arte contemporáneo y anacrónico unido en un mismo estilo

Cuando Broken Age anunciaba su etapa de financiación lo primero que sorprendió a la comunidad de jugadores fue su peculiar estilo gráfico, alejado por completo de lo visto hasta el momento tanto en el plano tridimensional como en el bidimensional. La obra hace gala de un apartado técnico sobresaliente y atemporal, que envejecerá acompañado por las mismas virtudes con las que cuenta actualmente. Y es que, siendo francos, el diseño de los escenarios y los personajes mezclan a la perfección los trazos manuales con las técnicas más modernas para configurar un estilo audiovisual único.

Si a esto le sumamos una banda sonora que acompaña a la perfección en todo momento, tenemos un apartado técnico más que notable. El título no cuenta con melodías tan pegadizas como en otros grandes del género, como por ejemplo el tema principal de Monkey Island, pero se apoya en un excelente doblaje en inglés que trata a la perfección la personalidad de los personajes. Elijah Wood -Shay en el videojuego-, Will Wheaton y Jack Black son algunos de los actores que dan vida a los personajes de Broken Age, aunque es imposible no destacar el trabajo de Masasa Moyo por su impecable interpretación de Vella. Lamentablemente, esto significa que el título no ha llegado doblado en castellano, a pesar de que sí cuenta con subtítulos y textos de pantalla en nuestro idioma. Otras obras del mismo calibre, como el anteriormente mencionado Grim Fandango, así como propuestas más actuales han sido dobladas a la lengua de Cervantes, e independientemente del gran trabajo realizado en las voces original debemos apuntarlo como elemento a tener en cuenta a la hora de su adquisición, más aun teniendo en cuenta que el título sí ha sido doblado a otros idiomas europeos como el alemán.

Conclusiones

En definitiva, Broken Age simboliza, más que nunca, la vuelta de un género a manos de uno de los creativos más influyentes del segmento. Los dos actos del título nos llevarán más de siete horas, siempre y cuando sepamos qué hacer sin dedicar mucho tiempo. Los jugadores más acostumbrados al género encontrarán una aventura que durante el primer acto se desarrolla casi sin complicaciones, ya que la obra da suficientes pistas como para no perder el hilo en ningún momento. Sin embargo, una vez se cruzan las diversas líneas argumentales, la dificultad de la obra se acentúa para hacer la experiencia mucho más enriquecedora. Puzles lógicos, conversaciones hilarantes y dos mundos por descubrir nos esperan en un título que tiene la virtud de no dejar indiferente al jugador. En contraposición, además de la falta de doblaje, los controles en videoconsola dejan la adaptación algo peor situada que la experiencia original en ordenador, por otro lado, su hábitat natural.

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