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Eres disciplinada (y estás concienciada) y te has aplicado protección solar durante todo el verano. De hecho, te la aplicas con independencia de la estación en la que estemos porque sabes de los efectos nocivos del sol. A pesar de ello, te miras al espejo y ves tu cara llena de manchas. Es normal que la piel se oscurezca (hiperpigmentacion) porque aumenta la melanina, que es un mecanismo de defensa de nuestro organismo para protegernos de los radicales libres producidos por la radiación solar y a veces es común en las mujeres que ese oscurecimiento se produzca de manera permanente.
Las causas son diversas, como la predisposición genética, los cambios hormonales, tomar el sol sin protección, algunos medicamentos o el proceso natural de envejecimiento. Hemos hablado con la doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana y médico estético facial, y nos ha recomendado dos tratamientos de medicina estética con los que eliminar las manchas de la cara y lucir un tono de piel más homogéneo y luminoso.
El bronceado suele venir acompañado de manchas en la piel. Aunque la mayoría son inofensivas para la salud, resultan bastante antiestéticas y envejecen mucho. "Las pigmentaciones más frecuentes son los lunares, las pecas y los lentigos. Mientras que los primeros aparecen durante la niñez y rara vez requieren tratamiento, los lentigos solares están directamente relacionados con la edad y la exposición al sol", explica la doctora Gema Pérez Sevilla.
La doctora nos explica que son los lentigos solares los culpables de que la piel deje de tener un aspecto saludable y joven y se aprecie descuidada. "La diferencia física con las pecas es que estas manchas suelen ser más grandes e irregulares, pudiendo adquirir un tono marrón o también blanquecino. Además de en el rostro, es común encontrarlas en el escote o las manos, en general, las zonas más expuestas a la luz solar", nos cuenta.
La doctora Pérez Sevilla explica que "los lentigos también son conocidos como manchas hepáticas, aunque no tienen nada que ver con ninguna enfermedad relacionada con el hígado. Generalmente aparecen a partir de los 50 años y suelen crecer a medida que cumplimos años. Además, son altamente resistentes a los tratamientos cosméticos tradicionales por lo que es inevitable recurrir a técnicas de medicina estética como el láser", explica.
Este tipo de manchas suelen sumar años, ya que ofrecen un aspecto más descuidado de la piel. Por eso muchas mujeres recurren a tratamientos con los que eliminar las manchas de su cara y de zonas como escote y manos. Al contrario de lo que se pueda creer, según la experta, "las manchas más oscuras son las que mejor reaccionan a los tratamientos médicos debido al contraste con la piel".
El primero de los tratamientos que la doctora nos recomienda es el láser CO2. Se trata de un sistema de luz que interactúa con la piel para eliminar sus capas más superficiales y conseguir así una gran renovación a la vez que regenera la capa más profunda.
"Si traducimos esto a resultados, estamos hablando de dos grandes logros. Este tratamiento elimina las manchas solares y ayuda a conseguir una piel luminosa con un tono uniforme. Pero también es eficaz para eliminar cicatrices o marcas de acné. Además, su acción en las capas más profundas ayuda a luchar contra el paso del tiempo al alisar arrugas y tensar la piel", nos cuenta la doctora Gema Pérez Sevilla.
En cuanto a la recuperación, la doctora advierte que, tras la aplicación de la luz láser, la piel tendrá un color marrón hasta que la capa superficial se desprenda. Posteriormente, como la piel es nueva, se verá rosada. "Este enrojecimiento se puede camuflar aplicando protector solar con color o maquillaje sobre la zona tratada. Además, hay que hidratarla profundamente, hasta que pasados unos días, estará más tersa y luminosa", recomienda la doctora.
Además de eliminar las manchas, este es un tratamiento específico para el rejuvenecimiento cutáneo que también es útil para eliminar dilataciones vasculares como venitas y telangiectasias, arrugas, y mejorar problemas de deshidratación o pérdida de flacidez.
"Este tipo de tratamientos utilizan un sistema de luz pulsada intensa y un láser vascular y pigmentario. Pueden utilizarse de manera independiente o combinada para restaurar la salud de la piel facial", explica la doctora sobre el procedimiento. Mediante la luz pulsada y el láser se puede eliminar el acúmulo de pigmento, cerrar los vasos dilatados y mejorar la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico en la piel facial para disminuir la flacidez.
A la hora de elegir el momento adecuado para optar por estos tratamientos, la doctora recomienda someterse a ellos con un requisito previo, no estar bronceado. Por eso, el otoño es el momento ideal para hacerlo.
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