Actores de un jugada clave

Aythami y Aduriz protagonizan una acción vital para el desarrollo del encuentro: el penalti parado por Renan · El canario pudo hacer mucho más en el gol de Webó

Francisco José Jiménez / Jerez

01 de febrero 2010 - 05:02

El punto de partida del triunfo del Xerez en la tarde de ayer hay que verlo en la parada del penalti señalado por Undiano Mallenco de Aythami sobre Aduriz. Fue el desencadenante de todo lo que vino después, esa montaña rusa de sensaciones que es capar de crear este Xerez, guiado por un futbolista llamado Carlos y apellidado Calvo, que es tan irritante como imprevisible.

Antes de que el madrileño hiciera lo que hizo, el partido tenía un color bermellón y bien que lo estaba sufriendo la zaga local. En el primer periodo la defensa xerecista tenía que emplearse a fondo para frenar a otro equipo que llegaba a Chapín con dos delanteros, una apuesta que parece que tienen prohibida todos los entrenadores que se sientan en el banquillo de local en este campo. Sólo lo ven como un recurso puntual y resulta que es una opción que da buenos resultados.

Pues eso, que el Mallorca salía con Aduriz y Webó, dos elementos difíciles de sujetar y que pusieron en jaque a los defensas azulinos durante el primer periodo. Aythami era el que se hacía cargo del delantero vasco en la mayoría de las acciones, pero en la foto del gol del africano aparece el defensa canario como protagonista pasivo. El jugador cedido por el Deportivo de La Coruña alterna momentos en los que demuestra su madurez con otros en los que precisa de un mayor grado de concentración. Vale que el remate de Webó es imparable después de un excelente centro de Castro, pero Aythami debe estar, al menos, molestando al jugador camerunés.

Tanto molestó a Aduriz minutos después, que el colegiado no tuvo más remedio que pitarle un penalti como una casa, por más que el xerecista se excusara diciendo que los dos jugadores se estaban agarrando. Pero, por fortuna para el Xerez, Aduriz no pasa por su mejor momento en la temporada. Viene de fallar un penalti decisivo en Getafe en la Copa y ayer se vio que eso afecta psicológicamente a cualquiera. Sin quitarle méritos a Renan, el penalti fue lanzado con poca moral, sin la convicción necesaria.

No era el día del delantero nacido en San Sebastián hace 29 años, que se llevaba todos los golpes. Su primera parte no fue mala, cayendo en banda con acierto y demostrando que es mucho más que un simple rematador, pero con el paso de los minutos se le veía desgastado físicamente por la batalla de Getafe de la pasada semana y mentalmente por haber fallado otra pena máxima. Por eso Manzano lo sacaba del campo al poco de iniciarse la segunda mitad.

Aythami vivió una segunda parte bastante más tranquila porque el balón estaba en poder de sus compañeros, si bien se empleó con acierto en los momentos finales, cuando el cuadro balear ya estaba por detrás en el marcador y no tenía más remedio que arriesgar. Pero en ese momento tenía delante a Pezzolano y frenar a éste no es tan complicado como bregar con Aduriz y Webó, dos incordios constantes.

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