Higuera no se irá y apuesta por el grupo de Mallorca

Paco Higuera, entrenador del Xerez, ha pasado de estar con las horas contadas al frente de la plantilla azulina por la escasa capacidad económica de Ricardo García para hacer fichajes a convertirse en una de las piedras angulares en las que se puede cimentar el nuevo proyecto con el posible desembarco de los empresarios de Mallorca interesados en invertir en la entidad.

El técnico azulino admite sobre su situación que "con la llegada de la gente nueva el del Betis B no será mi último partido. Lo primero era hacernos con los futbolistas que llegan de la mano de este grupo para competir con garantías y luego ya toca la llegada de los empresarios y las negociaciones. Son ellos los que tienen que llegar a un acuerdo con Ricardo y espero que no existan problemas".

En la misma línea de días anteriores, recordó: "Creo que él tiene que dar un paso al lado. Yo le he dicho que para que todo esto saliese adelante, él tenía que retirarse y espero que lo haya entendido. No tengo nada contra Ricardo pero si él no puede seguir porque no tiene recursos lo normal es que los que entren, que van a pagar sueldos, pisos y lo que hace falta hasta el final de temporada, sean los que tengan la gestión. Yo contra él no tengo nada pero entiendo que no puede ni tiene ni debe seguir, aunque igual le toca la Primitiva y sí vuelve".

Sobre el futuro que le espera al Xerez con los inversores, resalta: "Hay cosas que yo no controlo porque son esos empresarios los que tienen que negociar con Energy como he comentado antes. Su intención es la de entrar para gestionar el club para que se pueda terminar el año y luego imagino que pactarán unas condiciones de cara al futuro para poder ir más lejos. Los planes que tienen los tienen que explicar ellos".

Higuera no desveló demasiados datos de los empresarios pero sí aclaró que se trata "de gente de fútbol, que llevan jugadores a nivel nacional y que, además, tienen distintas empresas deportivas y no deportivas. Quieren gestionar esa parcela y por eso entiendo que Ricardo va a estar fuera un par de años como mínimo o lo mismo no vuelve, ellos tienen que negociar para dar un paso más adelante en el futuro con el tema de las acciones. Yo ahí no entro, no decido, no voy a leer ni a redactar esos posibles contratos".

También explicó el preparador xerecista que él no llegó al Deportivo esperando el desembarco de estos empresarios amigos suyos. "No recalo en el club por este grupo, yo recalo por el equipo que había, le había visto jugar y me encantaba. Ese bloque era para pelear por estar arriba y si se hubiese mantenido, igual hubiese sido más fácil aportar cosas. Estos amigos sabían que yo estoy aquí, que quiero seguir entrenando aquí o dónde sea, que quiero que salga bien este proyecto. Estoy peleando por ello, les he pedido ayuda y la van a dar".

En apenas unos meses, se ha encontrado con dos plantillas distintas y luchando por objetivos diferentes. Obviamente, "la ilusión que tengo ahora es totalmente distinta a la que tenía cuando llegué. Yo me hice cargo de una buena plantilla, capacitada y con garantías para estar arriba, pero ahora estamos luchando con jugadores del filial, que era colista en Primera Andaluza, y con juveniles. De aquel equipo a este va un abismo. Estamos peleando dentro de lo que cabe y sacando el máximo de los jugadores, ojalá todo cambie a partir de estos momentos. Ahora, si todo se soluciona, me toca empezar otra vez casi de cero y no me alivia, es duro y para nada normal".

Con el encuentro ante el Betis B a la vuelta de la esquina, de lo que menos habló fue de ese partido. "Hemos llegado ya al límite, tenemos un partido importante ante el Betis B, que es uno de los mejores equipos de la categoría, y lo vamos a intentar hacerlo lo mejor posible con unos chavales a los que les pedimos concentración y que compitan al máximo. Los nuevos no están para esta semana, espero tenerles para la próxima".