Insultos, amenazas y violencia
Aficionados radicales acosan y hostigan a Joaquín Morales, que tiene que irse de la secretaría en un furgón de la Policía Nacional tras descubrir que le habían pinchado dos ruedas de su automóvil
Joaquín Morales, máximo accionista del Xerez, tuvo que abandonar escoltado la secretaría del Xerez Deportivo ante el acoso de medio centenar de aficionados radicales que hostigaron al nazareno desde su llegada al Hotel AC, donde se celebró la junta extraordinaria de accionistas, durante su regreso a la sede del club y hasta que la Policía Nacional los dispersó. Entonces y para prevenir males mayores, tras comprobar que le habían pinchado dos ruedas del coche, Morales abandonó la secretaría y las instalaciones de Chapín dentro de un furgón de la Policía Nacional.
Lo que se había vendido como concentración pacífica para pedir la marcha de Morales derivó en una persecución de acoso y hostigamiento al propietario del club, blanco de las críticas de un sector de la afición xerecista por su gestión y por no haber renovado a Esteban Vigo. Pero las críticas degeneraron en insultos en cuanto los radicales comprobaron que Morales no entraba en el Hotel AC por la puerta principal, donde medio centenar de aficionados y radicales le estaban esperando.
Los aficionados se acercaron a la terraza que hay junto a la puerta de entrada al hotel, desde donde vieron la comitiva de Morales y ahí empezaron a increpar y a insultar al nazareno. El grupo se trasladó a la entrada de servicio del hotel, pero el consejero delegado ya estaba dentro, todo esto bajo la vigilancia de varios Policías Nacionales.
Luego, durante la rueda de prensa, varios radicales increparon a Morales y le hicieron diversos gestos durante la rueda de prensa del nazareno, y la Policía identificó a varios de ellos.
En la comparecencia y en la junta de accionistas, Morales desveló que ha recibido mensajes de texto en su móvil realizados desde una cabina amenazándole de muerte, y que su hija de 17 años ha recibido llamadas y mensajes en idénticos términos y otros también igualmente amenazadores.
Tras la rueda de prensa, Morales y demás consejeros volvieron a la secretaría por el estadio, y los radicales se desplazaron a los aparcamientos de la zona de Preferencia, que Morales tuvo que cruzar para ganar la secretaría azulina bajo escolta policial y bajo una lluvia de insultos, improperios y amenazas, algunas de muerte hacia él -"Te vamos a matar"- y a su familia -"Esto lo va a pagar tu familia"-. La Policía Nacional tuvo que sacar las porras y dos ruedas del coche de Morales fueron pinchadas.
Tras varios minutos y gritos contra Morales, la Policía comenzó a desalojar a los radicales, identificando a algunos. Poco a poco los fueron alejando de la secretaría y cuando la zona estuvo despejada, Morales salió escoltado y abandonó Chapín en un furgón policial, cerrándose un capitulo negro -otro más- en la historia reciente del Xerez Club Deportivo. Habrá que ver ahora la respuesta del resto de la afición azulina, pero lo que está claro es que la imagen del club ha vuelto a verse dañada, y esta vez no por culpa del pagachi -que es como en Dos Hermanas se denomina al que le toca- de siempre.
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