Pena máxima (2-0)

Las cabezas de san juan/El Xerez CD sigue sin conocer la victoria en el curso liguero y el que se estrenó a costa de los azulinos fue el Cabecense, cuyo primer triunfo en llegó en el tramo final del partido de la quinta jornada. El conjunto de Diego Román se impuso al Deportivo en los últimos minutos gracias a un tanto de Jesús Mari, de penalti, y otro de Vega ya en la prolongación. Los jerezanos acabaron descontentos con el arbitraje, sobre todo por la pena máxima de Dani Hedrera sobre Pulet que posibilitó el 1-0. Hasta ese momento, ambas escuadras gozaron de buenas ocasiones para estrenar el luminoso, como la de Jesús Mari en el 38' que sacó bajo los palos Guerrero, o la parada de Marco al cabezazo de Ángel en el 40'. La sentencia, en el alargue, fue obra de Vega, que empujó a las redes un balón servido por el lateral Francis.

Ambos equipos saltaron al terreno de juego muy concentrados y aguerridos, tratando de cumplir con la táctica impuesta por sus respectivos entrenadores pero también buscando el marco rival con ambición. La primera llegada reseñable fue visitante, con un disparo de lejana distancia de Benítez que salió muy cerca del portal defendido por Marco. La respuesta de los locales no tardó en verse y al cuarto de hora Lúa marraba una inmejorable tras matar un buen envío al área y que sin embargo no fue capaz de rematar entre los tres palos.

El juego prosiguió un tanto alocado ya que ninguno de los dos era capaz de imponer su dominio al rival y ambos abusaban del balón largo y el juego directo, por lo que las defensas tenían todas las de ganar al encarar siempre la jugada de cara. La siguiente ocasión llegó a la media hora cuando Pedro Carrión está a punto de aprovechar un error del portero sevillano que le dejó el balón en franca posición, pero el atacante ni siquiera llegó a contactar con el cuero y la acción quedó en nada cuando en realidad fue muy clara.

Después y hasta el descanso poco más hubo, tan sólo una pelea tan cruenta como infructuosa en el medio campo y alguna jugada polémica en área local que el colegiado saldó sacando amarilla al delantero. En la primera parte ya no se vería ninguna oportunidad más y tan sólo cabe reseñar un cabezazo del visitante Ángel que ni siquiera llegó a coger puerta. Al receso el marcador registraba las tablas iniciales.

Tras el paso por los vestuarios el duelo se reinició a un ritmo más elevado, especialmente por parte de un Cabecense que mostraba su cara ambiciosa y dejando muy claro que estaba dispuesto a arriesgar más por conseguir los tres puntos en disputa.

Así, al poco en una acción a pelota parada, espadas estrellaba la pelota en la madera y el Xerez se salvaba de milagro. La clara ocasión metió el miedo en el cuerpo a los visitantes, que dieron entonces un claro paso atrás colocando sus líneas mucho más cerca de su área y tratando de jugar juntitos sin dejar espacios. Pero el Cabecense apretaba fuerte y ahora su juego sí tenía mucha mayor verticalidad que anteriormente, por lo que rápidamente comenzó a acumular llegadas peligrosas a la portería de un Deportivo cada vez más embotellado.

La siguiente buena también sería local y de nuevo a pelota parada, pero la ejecución de Lúa en una falta en la frontal muy bien situada no fue la esperada y el portero detuvo el intento. Al poco, un grave error de la zaga visitante dejaba a Espada solo en el mano a mano ante Zamora y justo cuando el atacante se disponía a remachar un defensor rival logró abortar la jugada.

llegó entonces el momento de los cambios y ambos entrenadores movieron sus banquillos, un hecho que varió la dinámica del juego pues el Xérez logró igualar la pelea en la zona ancha y conectar con mayor claridad con un Pedro Carrión que hasta el momento había estado muy solo.

El partido estaba en su recta final cuando Hedrera derribaba a Pulet dentro del área y el colegiado no dudaba en señalar penalti. La pena máxima se encargó de transformarla Jesúsmari. De ahí al final todo volvió a alocarse y en esa tesitura sentenció el Cabecense en el descuento, dejando al Xerez CD penúltimo a un punto de la salvación. A pelear.