Terapia de grupo azulina en el entrenamiento

Esteban y los futbolistas hablaron y luego los jugadores se reunieron sin el entrenador.

D.l.m. / Jerez

11 de diciembre 2012 - 05:02

Como es habitual después de cada partido, ayer hubo cónclave en el vestuario azulino y a nadie escapa que tras el 0-2 -dura derrota y peor imagen- las caras largas presidieron la vuelta al trabajo de los xerecistas. Primero los futbolistas se reunieron con Esteban para tratar de encontrar explicaciones y sacar conclusiones tras el partido del domingo, y luego fueron los jugadores los que departieron entre ellos. La conclusión es clara: propósito de enmienda.

Ruz, que ayer pasó por la sala de prensa, desvelaba que "siempre hablamos entre nosotros, ya sea en la zona médica, en el campo, en el vestuario. Siempre estamos hablando, corrigiendo errores, hablando entre nosotros qué podemos mejorar, qué hay que seguir haciendo bien. Sacamos conclusiones para corregir errores y seguir haciendo las cosas que se hacen bien".

El lateral azulino quiso dejar claro que los cónclaves son práctica habitual: "Tanto cuando va bien como cuando va mal siempre nos reunimos y hablamos. El grupo está unido, siempre hablamos entre nosotros para sacar conclusiones, ya sea el lateral con el central, el mediapunta con el delantero, siempre estamos todos a una".

Y después de la charla, entrenamiento. Como es habitual en la sesión posterior a un partido, Esteban Vigo dividió a la plantilla en dos grupos: los titulares realizaron una sesión de recuperación mientras que el resto del plantel trabajó a un mayor nivel con la disputa de varios partidillos.

En lo que respecta a la enfermería, Íñigo Vélez continuó realizando trabajo específico al igual que Manu Redondo. El delantero saltaba al césped de Chapín para ejercitarse con Juan Carlos Guitarte, uno de los fisioterapeutas del club, mientras que el defensa sevillano se marchó tras el entrenamiento a una revisión de su lesión acompañado por Fabián Belmonte, médico azulino.

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