El equipo y los problemas institucionales acaban con el Xerez

Gran parte de la culpa del descenso a Segunda B la tienen la plantilla y los que mandan en el club. La disolución y la refundación rondan a un club moribundo.

El equipo y los problemas institucionales acaban con el Xerez
El equipo y los problemas institucionales acaban con el Xerez
R. D.

03 de mayo 2013 - 22:46

El Xerez abandona el fútbol profesional tras encadenar doce años seguidos en la élite. Con su derrota ante el Córdoba en casa, la entidad azulina entra en el pozo de la Segunda División B después de sumar once temporadas en la Liga Adelante y una en la máxima categoría, la del periodo 2009/10, en la que se codeó con los grandes del fútbol español.

La temida disolución del club, la eterna crisis institucional, una corta plantilla lastrada por las lesiones, una secretaría técnica sin dinero para fichar, dos técnicos desafortunados y una afición hastiada habitante de una ciudad castigada por la crisis y el paro.

Eso es el Xerez y su entorno. Un club que se aferra cada vez más a la idea de la refundación para asegurar su salvación.

Si olvidamos la parcela institucional y nos centramos exclusivamente en la deportiva, el equipo ya evidenció el año pasado que debía reforzarse si no quería sufrir en la presente temporada. Vicente Moreno, que recogió el testigo del cesado Juan Merino, ató la permanencia a tan sólo cuatro jornadas para el final del campeonato.

De esta manera, la entidad apostó por dos viejos conocidos para la campaña 2012/13. El técnico Esteban Vigo reabría así su tercera etapa en Jerez mientras que el director deportivo Miguel Ángel Rondán regresa para armar, sin dinero, una nómina de jugadores de garantías.

Sin billetes en la cartera, Rondán sólo puede rastrear el mercado de jugadores libres. Recala a Chapín una mezcla de deportistas jóvenes y poco expertos. Llegan Marquitos, Porcar, Redondo y Sidi Keita. Se marchan Adri Cuevas, Capdevila, Cordero, Javi Iglesias, Poley y Tato.

Eso sí, el mando lo ostenta un entrenador curtido en la categoría y en el club. Vigo, artífice de una permanencia inimaginable del Xerez en la 2007/08, guió a la entidad y a una ciudad enloquecida, al histórico ascenso a Primera División en junio de 2009.

Sin embargo, este año el equipo tuvo un comienzo indeciso logrando nueve puntos de treinta y sumando cinco derrotas en diez partidos. El Xerez rondaba la zona baja y se vio obligado a reforzarse en el mercado invernal. Rondán pescó a Galán, Patiño y Ogbeche, un delantero nigeriano que había militado en el Cádiz años atrás.

El balance del equipo azulino en el ecuador de la competición empezaba a ser frustrante. La plantilla comenzaba a sufrir la plaga de lesiones que le acompañó durante todo el curso y los nuevos fichajes, o no jugaban o no eran decisivos.

Enero y febrero fueron demoledores para el Xerez. Seis derrotas seguidas, trece partidos sin ganar y una sonrojante derrota por 3 a 0 ante el Numancia colmaron la paciencia de los que mandan. Esteban Vigo era cesado el 18 de febrero tras 26 jornadas y con el equipo en el farolillo rojo.

Sin apenas liquidez en las arcas del club, la dirección deportiva opta por el sanluqueño Carlos Ríos. Un técnico, que a pesar de dirigir al Recreativo de Huelva y al Cartagena, carece de experiencia en la categoría.

Desde que recogiera el testigo de ‘Boquerón Esteban’ en la jornada 27, el entrenador ha sido incapaz de ganar un partido. Balance terrorífico: Nueve derrotas y dos empates.

No obstante, las culpas no recaen exclusivamente en él. Las lesiones se han cebado con el plantel. A los problemas cardiacos de Ruz y Rafa García, hay que sumar los problemas de larga duración de José Mari e Iñigo Vélez y la rotura de ligamento cruzado de Barber. El servicio médico del club ya ha contabilizado un parte de bajas de 36 afecciones de todo tipo en lo que va de año.

Además, los pilares de esta plantilla, como Chema, Mendoza, Iago Buzón, David Prieto, Vega ó Bodipo, superan los treinta años de edad. Si a estos añadimos los numerosos partidos desarcertados del equipo y las discutidas decisiones arbitrales (todos se acuerdan de Lesma López) la deriva hacia la categoría de bronce parecía inevitable.

Hacía quince años que el Xerez no consumaba un descenso a la Segunda División B. El problema no está en el tiempo que tardará en celebrar otro ascenso. La cuestión ahora radica en la posible desaparación de la entidad y la refundación de un nuevo club. ¿Jerez CD o Xerez 1947?... Quien sabe.

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