Las iras, contra López y Latre

Xerez y Recre se marcaron el peor derbi de la década en Chapín y la afición volvió a tomarla con Javi López, un entrenador que ya, haga lo que haga, va a tener tremendamente complicado ganarse la simpatía de una parte de la grada que no le traga. Al final del encuentro, un grupo de unos veinte aficionados se congregaron en la puerta por la que abandonan el campo los jugadores para abroncar al catalán y pedir su dimisión.

Más de uno no debe tener demasiado claros los conceptos. ¿Cuántos trabajadores abandonan de forma voluntaria su puesto de trabajo? En fin, todo el mundo es libre a la hora de pedir...

Pero antes de llegar a esa situación, Chapín vivió una tarde de fútbol gris, en la que destacó el comportamiento ejemplar del Kolectivo y del Frente Onuba, especialmente a la hora de respetar el minuto de silencio que se guardó por todos los xerecistas fallecidos durante los últimos meses.

Pero para formas poco ortodoxas las que mostró Jaime Latre, con apellido de cómico y que realizó un arbitraje de risa. El colegiado aragonés se ganó la bronca de la grada con sus rigurosas decisiones y se convirtió en un lastre para los xerecistas, que se marcharon a la caseta culpándole de las tablas. Le criticaron de forma especial una cesión inexistente en el área de Chema, el penalti que le señaló a Mario Bermejo y uno que dejó de pitar en la segunda parte al cántabro.

El gol tempranero de Pablo Redondo despertó al Kolectivo, que no dudó a la hora de cantar a los jugadores rivales eso de 'a Segunda B, a Segunda B, un cántico poco deportivo y mucho menos cuando el horno no está para demasiado pan.

En el descanso, la pañolada se la llevó el colegiado pero al final del partido, los pitos fueron claramente para López y sus jugadores, incapaces de doblegar al colista, que se quedó con diez a falta de media hora para el final y que incluso pudo haberse llevado los tres puntos en alguna contra.

Para rematar la faena, algunos jugadores también recibieron 'cera' tras el choque y se llevarón algún que otro piropo. En resumen, un nuevo palo después de la goleada de Granada de la pasada jornada y ahora, Levante y Betis, a la vuelta de la esquina.