"Me duele no poder dejar donde se merece al club, al que siempre llevaré conmigo"

José María Giménez Pérez, 'chema'. portero

El portero alicantino se despide en Chapín con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, embargado por la emoción. "Deseo que el club siga adelante como hasta ahora, con su nombre, con su X y con su CD"

"Me duele no poder dejar donde se merece al club, al que siempre llevaré conmigo"
"Me duele no poder dejar donde se merece al club, al que siempre llevaré conmigo"
D. Lamparero

14 de junio 2013 - 21:31

Siete años después, Chema comparecía en la sala de prensa de Chapín, su casa, para despedirse de su club, del equipo de sus amores y de su afición. Y lo hizo con lágrimas en los ojos, embargado por la emoción y con palabras entrecortadas.

El portero alicantino comenzó tratando de leer unas palabras -tuvo que parar un par de veces y recibió el aliento de los presentes en forma de aplausos-: “Me despido de mi club, el que considero y siempre he dicho que siempre será el club de mi vida. Es difícil expresar en pocas palabras siete años de tu vida… Nunca imaginé tener que decir adiós con una temporada así… Cuando empezó el año, al empezar las primeras filtraciones, por desgracia me di cuenta que éste sería mi último año. Me fui haciendo a la idea con el tiempo de que no podría retirarme aquí como me hubiera gustado pero sobre todo me duele por no poder dejar al equipo donde se merece. La temporada ha sido un caos y sólo puedo decir que lo siento por la parte que me corresponde. Nadie ha estado a la altura de esta camiseta y de su historia, excepto esa gran parte de la afición y salir así después de tanto tiempo es doloroso para mí. Pero la vida sigue para todos, y vendrán tiempos mejores en los que espero que el club vuelva pronto a donde se merece. Y esto no habrá sido más que otra piedra en el camino que hará crecer más al club si cabe. Hoy es el día en el que me quiero acordar de las personas que confiaron en mí e hicieron posible que viniera a este club: Diego Rodríguez, Javier Ortega, así como a todos los entrenadores y compañeros con los que he compartido vestuarios en estos siete años. En especial a los que no pueden estar y no suelen aparecer en los medios: los fisios, Diego, Carli, Fabián, los utilleros, Leo, Jesús, Oli, los fenómenos de la oficina, que en muchos momentos han llevado ellos solos el club en la dirección correcta cuando nadie ha querido dar la cara. Sin más, desear que el club siga adelante como ha hecho hasta ahora, con su nombre, con su X, con su CD, y ahora desearos a todos lo mejor en lo personal y en lo profesional. Por último, no es un día para echar reproches a nadie pero hay gente que se quiere olvidar que yo soy el portero del ascenso y la historia no se escribe, la historia se hace y eso no se puede olvidar. Nuestros caminos se separan pero siempre llevaré al club conmigo y con mi familia. ¡Forza Xerez!”.

Tras más aplausos de los presentes, Chema contestó a las preguntas de los medios:

–Ni directivos ni ningún dirigente del club acompañándote ¿Qué sientes?

–Pero mira toda la gente que hay ahí, y los que no han podido venir. No necesito nada de nadie, no necesito pin de oro, no necesito ninguna peña, no necesito homenajes ninguno, tengo el cariño de mi gente. ¿Qué más se puede pedir en la vida?

–Habla de filtraciones al principio de temporada ¿A qué se refiere?

–Sobre mi situación, desde el principio, con la gente que entró nueva nunca he tenido ningún tipo de relación más que la profesional, no me querían aquí y lo filtraron para ver si yo metía la pata o intentaba hacer algún movimiento para salir y yo se lo dije a Esteban Vigo, me fui a por él, le comenté que yo iba a cumplir mi contrato sí o sí, que tanto le gusta esta frase a alguna persona, y aquí he echado el año, como el que más; jodido, como el que más; la pena de lo que hemos hecho este año, como el que más. Pero he aguantado hasta el final y me voy cuando me tengo que ir.

–¿Este año es el peor que ha vivido como profesional?

–Sin duda, sin ningún tipo de duda. En siete años ha habido temporadas malas en lo personal, temporadas en las que lo hemos pasado mal como en la que nos salvamos antes de conseguir el ascenso, que también hubo épocas malísimas. Pero como este año, con esta dejadez, con tantos problemas, con tantas cosas que han salido mal, como esta temporada es imposible, no creo que viva otra igual en lo que me queda de fútbol.



–Pero también habrá habido algo positivo...

–Son muchos recuerdos, muchas cosas. He conocido personas increíbles, he vivido cosas espectaculares, he visitado los mejores campos de España gracias a este club, hemos podido pasear este escudo y la bandera por muchísimos sitios, conseguimos hacer una gran masa social aunque ahora mismo los xerecistas estén desencantados, pero hay que pelear por que esto algún día vuelva a ser lo que ha podido ser y ojalá que el club, con todos sus problemas, que siempre los ha tenido, siga adelante y que yo también lo pueda ver desde la lejanía como un xerecista más.

–Siempre el equipo salvó al club en el terreno de juego con poca ayuda de los despachos...

–Es cierto que todos los años se nos ha puesto una presión a la plantilla en el sentido de que la salvación del club dependía del verde, un año más se nos ha puesto pero es que este año no ha podido ser. Por muchos motivos no ha podido ser. Y yo ya lo dije, que este club si desaparece, que de verdad espero que no, no puede ser culpa de los futbolistas. Por una temporada mala no puede desaparecer un club, todo el mundo tiene derecho a hacer una mierda de temporada, todos tenemos días malos en el trabajo y no por eso tenemos que venirnos abajo, y por eso este club tiene que seguir con sus problemas, pero los problemas son de diez años para atrás, no son del tema deportivo de un año. Ya te digo, que el actual presidente cree que va a arreglar lo de Hacienda, que lo pueda arreglar, que este club siga, que se pueda volver a ascender lo antes posible porque todos sabemos que ahora sí que sí la viabilidad del club depende de que vuelva a subir lo antes posible al fútbol profesional.

–¿Esperaba una oferta para renovar? ¿Ha habido esa posibilidad?

–No, no ha habido posibilidad. De seguir, no. De no seguir, ya te digo que soy lo suficientemente inteligente como para saber con las personas que trato y con las que no tengo que tratar, y para saber lo que iba a acontecer en este sentido. Te vuelvo a repetir que lo único que me ha dolido durante este tiempo lo he asimilado, que era mi última temporada y no poder irme con la sensación de no poder dejar el club donde se merece, y eso es lo que me duele. Al final todos teníamos que salir y la temporada ha sido tan terrible que ni en mis peores pesadillas podía pensar en pasar los meses que hemos pasado. Con tantos actos vandálicos, con tantas historias, que la verdad es que no… Ahora ya prefiero ni acordarme.

–¿Y si le hubiera propuesto el club la continuidad?

–No lo sé, no sé qué hubiera hecho. Pero de verdad que la pregunta es totalmente inviable, yo sabía desde el principio que este era mi último año, yo no soy un tío cómodo para ellos. No soy un tío que se calle muchas cosas, me he metido en muchos charcos por este vestuario, lo volvería a hacer como capitán, como compañero, como jugador. Por ellos, por mí. Hemos recibido muchas mentiras, muchas historias, y yo siempre he dicho a la cara lo que tenía que decir.

–¿Una espinita que le queda es no haberse podido despedir en el terreno de juego?

–Sí, la verdad es que sí. Me hubiera gustado. Mi último partido en Chapín el recuerdo es muy triste, que te canten lo que le cantan a los porteros de fuera… Fue duro, pero aún así agradezco a la gente que pitó y a los que cantaban eso. Nunca he sido un futbolista idolatrado ni que haya pasado desapercibido en el sentido de que la relación amor odio siempre ha estado ahí, pero es evidente que si el equipo se hubiera salvado la despedida hubiera sido diferente, pero no pudo ser y no tengo nada que reprocharle a nadie porque el míster en su momento tomó la decisión de darle minutos a gente que tiene contrato, que también se lo merece, y yo en ese sentido no tengo nada que reprocharle a nadie.

–Pero también ha habido partidos en los que la grada le ha apoyado y ha coreado su nombre...

–Sin duda; estoy diciendo que mi último partido fue así y es una pena que me tenga que ir así, que me cantaran eso, pero a pesar de todo, en siete años, en 138 partidos, también he escuchado muchas veces corear mi nombre y ahora mismo la tristeza que tengo es complicado valorar todo eso pero con el tiempo lo tendré en mente y de verdad que para mí este es mi club y esta es mi afición, y eso quedará ahí para siempre.

–¿Cree que la afición no ha llegado a conocer al verdadero Chema?

–Yo es que no sé qué es conocer a un futbolista. La gente conoce a Jesús Mendoza, y Jesús Mendoza es la persona que menos habla del mundo, que lo tengo por ahí. Para conocerlo fíjate… Hay gente que tiene una capacidad de empatía y yo desde el principio no pudo ser así pero no tengo rencor a eso, de verdad. Soy futbolista, sé lo que hago, lo que tengo que trabajar para aguantar en un terreno de juego y creo que nunca le he hecho un feo a la afición, nunca. Han pagado y han podido decir lo que quisieran, de verdad que me voy agradecido a todos, a los que me han pitado y a los que no. Con todos he crecido.

–Algo bueno también habrá hecho para llevarse siete años en un mismo club...

–Creo que con los años a lo mejor puede que tenga algún valor, igual hasta uno me echa de menos y todo con los años. Esto es mi casa, mi hijo ha crecido aquí, tengo muchos amigos, prácticamente familia, y volveré. Esto no es un hasta nunca ni nada, simplemente es un momento en el que hay que despedirse del club como deportista y nada, esto sigue. Ojalá que en años próximos podamos venir a Chapín y disfrutar del equipo y esté en Segunda, ojalá.

–¿Está decepcionado con el trato de la directiva, que no haya ninguno acompañándole?

–No, no me siento defraudado. No porque en siete años yo sé perfectamente con las personas con las que he tratado. Yo sé quién hubiera estado aquí y quién no hubiera estado aquí. Seguramente tendrían hasta miedo de que viniera aquí a montar la de Dios pero como dijo mi amigo Emilio, mejor que no hable. Lo que sabe uno, y alguno mejor que no se sentara aquí conmigo. De verdad.

–Quizás hasta se sienta así más comodo...

–Seguramente. No necesito palmadas de Judas ninguna.

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