La reacción en la segunda mitad no es suficiente (2-1)

El Xerez DFC ha encajado su cuarta derrota consecutiva y su quinta jornada sin sumar de tres tras caer en La Isla ante el CD Coria (2-1) en un partido en el que mereció más en la segunda mitad, en la que fue dueño del juego y perdonó ocasiones muy claras para haber firmado el empate a dos. El descuento fue de infarto y los xerecistas acabaron muy enfadados con el árbitro, que no les permitió lanzar el último saque de esquina, que era el tercero consecutivo en el minuto 97. Lo rodearon y se lo comieron literalmente.

Los tantos encajados en el primer tramo de una mala primera parte valieron al cuadro extremeño para quedarse con la victoria, un botín excesivo para lo visto sobre el terreno de juego, y lastraron a los azulinos, que han entrado en una espiral peligrosa, ya que se encuentran en puestos de descenso.

Pérez Herrera, con la baja obligada de Camacho por sanción y la de última hora en el centro del campo de Raúl Palma por lesión, se vio obligado a recomponer el once una jornada más. César Ramón ocupó la portería, mientras que a la medular volvieron Curro Rivelott y Antonio Jesús junto a Goma, que conservó su puesto. El lateral derecho fue para Jacobo, con Oca y Durán como centrales y Cruz en la izquierda. Las bandas eran para Javilillo y Bello, con Darío Guti en la punta de lanza. Máyor, con molestias durante la semana, se quedó en el banquillo de inicio.

El encuentro arrancó movido y los caurienses no tardaron en abrir la lata. Sergio Gómez, desde la frontal, superó a César con un lanzamiento duro y ajustado al palo con la zurda a los siete minutos. Primera opción clara y primera dentro. 1-0.

Todo se ponía cuesta arriba para los azulinos, a los que les costaba adaptarse al campo y a un rival muy práctico que, además de controlar el juego, convertía en oro todo lo que tocaba con peligro arriba. En el minuto 18, Fernando Pino tampoco perdonó. Segundo desajuste, segundo tanto. El centrocampista coriano la mandó dentro.

Codazo a Oca

Tras el 2-0, el encuentro se volvió bronco y se le comenzó a ir de las manos a un colegiado que no quiso expulsar a Pino tras golpear la cara de Oca. Resolvió la fea acción con una amarilla para el protagonista del codazo y con otra para su compañero Deco por protestar. El central azulino tuvo que ser atendido y el juego estuvo parado casi cinco minutos.

Los xerecistas querían estirarse para generar peligro, pero los extremeños tenían la situación totalmente controlada. No se jugaba, las interrupciones eran continuas y al cuadro de Pérez Herrera le resultaba complicadísimo hacer daño al Coria y sólo a balón parado apretaban. Tras cinco minutos de descuento, los protagonistas se marcharon al descanso. La tensión era importante.

Triple cambio

El Xerez DFC regresó al terreno de juego con una mentalidad totalmente diferente y un triple cambio por parte de Pérez Herrera. Entraron Manu Castillo, Manu Baeza y Máyor por Curro Rivelott, Goma y Javilillo y la fisonomía del cuadro azulino cambió, aunque el cuadro local pudo ampliar la distancia en el marcador con un remate de cabeza de Melli que se marchó fuera por poco (58').

A balón parado avisó el cuadro xerecista a la hora de partido y un minuto más tarde Manu Baeza recortó distancias. Mandó al fondo de la red un saque de banda. 2-1. Minuto 61. Apretaba el Xerez DFC, pero Máyor, Manu Baeza y Alberto Durán no estaban acertados.

El crono volaba y las oportunidades para los azulinos se sucedían ante un rival que no dejaba jugar y tiraba de experiencia y de cualquier artimaña para detener el juego e impedir que el partido tuviese ritmo. El árbitro, de todos modos, concedió seis minutos de descuento que a los corianos se les hicieron eternos.

Y en la prolongación, los azulinos merecieron el tanto del empate. Javier Mancha, ya con Diego batido, sacó bajo palos una doble ocasión de Máyor y Álex Rueda. Hubiese sido la justa recompensa a un segundo tiempo en el que los de Pérez Herrera se pusieron el mono de trabajo y se adaptaron mejor a un partido tremendamente compliacdo ante un rival de nivel, que es segundo en la clasificación por algo.

El árbitro se convirtió en protagonista y los azulinos terminaron enojados. Le reprocharon que no les permitiese lanzar el que hubiese sido el tercer saque de esquina consecutivo hasta con César al remate... Decepción tras una buena reacción.