“Somos ambiciosos, pero no podemos restar méritos a lo conseguido”
José Pérez Herrera | Entrenador del Xerez DFC
El técnico analiza un curso duro por la adaptación inicial del equipo a la categoría y las lesiones y piensa en el futuro: "No tenemos ni un jeque ni un gran inversor, debemos asumirlo y sentirnos orgullosos de lo que somos para seguir creciendo"
Jerez/José Pérez Herrera, técnico del Xerez DFC, hace balance de la temporada 21/22, una campaña que considera complicada por el periodo de adaptación a la nueva categoría que necesitó el equipo y por las lesiones. La considera exitosa, aunque "somos ambiciosos y siempre queremos más" y ya piensa en un futuro que estará marcado por un presupuesto que será austero si se compara con el de otros grandes clubes del grupo.
–El objetivo se ha cumplido, pero ¿le queda un sabor agridulce porque el play-off estuvo a un pasito?
–Siempre nos quedamos con la rabia de haber conseguido más, jugadores y técnicos somos los primeros que ambicionamos logro y oportunidades para crecer, somos los principales beneficiados. Todos siempre queremos más, pero eso no puede quitarle valor a todo lo conseguido por la plantilla y a todo lo que se ha repuesto. Encadenar diez partidos consecutivos sin perder en esta categoría no es fácil para nadie. Siendo justos, debemos estar satisfechos y orgullosos del tramo final de liga del equipo, que nos permitió lograr el objetivo de la permanencia, que era lo que ansiábamos todos.
–El equipo fue de menos a más, ¿se ha parado a pensar por qué tanta diferencia especialmente fuera de casa?
–Más que de menos a más diría que hubo altibajos. Hicimos una pretemporada increíble contra equipos de categoría superior y, sin embargo, en el inicio de liga encajamos dos derrotas consecutivas, luego reaccionamos con cinco partidos sin perder y, de repente, caímos en un largo tramo con mucha irregularidad, hasta que conseguimos el bloque de diez encuentros consecutivos puntuando. Uno de los motivos de esa irregularidad es que nos costó adaptarnos como visitantes a esta nueva categoría, quizá los primeros partidos con expulsiones y errores individuales nos crearon un miedo escénico fuera que no supimos gestionar.
–Además de gol, ¿qué le faltó al equipo para ese salto de calidad final?
–En la mayoría de los partidos generamos más ocasiones que el rival, pero nos ha costado ser efectivos en las áreas, ya sea por falta de calidad en la finalización, en el último pase, el último centro, el remate o la última toma de decisión. Normalmente, los equipos están más arriba o abajo según su capacidad para ser determinantes o efectivos en las áreas, ya sea por calidad o por dinámicas.
–La plantilla arrancó con muchas caras nuevas y en el mercado de invierno también se incorporaron más jugadores, ¿le ha sorprendido alguno?
–Todos han aportado su granito de arena, pero todos coincidimos en la gran temporada de Alberto Durán, un jugador desconocido de la zona y de perfil bajo para muchos y que llegó como apuesta arriesgada. Ha demostrado una gran personalidad y carácter pese a su juventud, espero que siga centrado en el fútbol porque puede ser un jugador de futuro. Y, por supuesto, Marc Fraile por su humildad y su capacidad de sacrificio por el equipo en un momento muy delicado, adaptándose a la posición de lateral derecho cuando vino como revulsivo para la zona de ataque.
–La derrota en Las Palmas supuso un punto de inflexión. ¿Qué pasó realmente?
–Todos piensan que el punto de inflexión llegó tras la derrota de Las Palmas. Esa semana fue la de tocar fondo, aunque luego, pese a que conseguimos ganar al Panadería Pulido, el equipo seguía muy tocado. Para la plantilla el punto inflexión llega en la previa al partido en Ceuta en la que realizamos una actividad de grupo en la que nos marcamos una serie de objetivos a través de tareas entre todos. Nos comprometimos a cumplirlas, teniendo la paciencia para que eso se convirtiera en resultados. Es verdad que en Ceuta no ganamos, pero lo merecimos, y fue de los partidos que mejores sensaciones nos dejó. A partir de ahí, nos llevamos dos meses sin perder.
–¿Cómo valora la grave lesión de Marcelo?
–El caso Marcelo ha sido una merma para nosotros durante toda la temporada. Sus caídas y recaídas han repercutido en el rendimiento individual de otros compañeros, que tuvieron que adaptarse a esa posición, así como en el rendimiento del equipo. Es un jugador que imprime el carácter y personalidad que queremos desde el lateral derecho. Se ha perdido un tiempo de oro para que pudiera comenzar la temporada próxima casi recuperado, esperemos que la operación el día 1 sea un éxito y comience su recuperación en los tiempos establecidos.
–¿Qué papel ha desempeñado la cantera?
–Siendo honesto, no nos vamos contentos con el papel de los canteranos en general. Nos caracterizamos por ser un grupo de trabajo que da oportunidades a la gente joven, pero eso no se puede confundir con que se las regalemos. Las oportunidades hay que ganárselas, trabajarlas y aprovecharlas y no esperar que los demás nos hagan futbolistas. Aún así, ha sido el año que más jugadores con ficha del filial o del juvenil han debutado en con la primera plantilla, hasta siete, algunos de inicio y otros no y en situaciones comprometidas para el equipo. Deben seguir trabajando duro y tirar la puerta del primer equipo para quedarse.
–El presupuesto marcará el proyecto... ¿Se avecinan muchos cambios?
–Es de lógica, este club no tiene un grupo inversor, ni un jeque, ni ayudas gubernamentales que les inyecten dinero. Su patrimonio es lo que pueden aportar sus socios y los patrocinadores del entorno. Hemos llegado a una categoría en la que los niveles económicos son mayores y contra eso también debemos competir y ser realistas, asumirlo y afrontarlo. Ahí está el crecimiento, en ser nosotros, sin complejos clasificatorios, con nuestras carencias y con nuestras virtudes, pero orgullosos de lo que somos y de los valores que queremos representar como club.
–Se ha marchado David Rodríguez, un pilar importante en la dirección deportiva...
–Sin duda es una baja dolorosa en todos los sentidos. Personalmente, para mí es el director deportivo ideal: leal, trabaja en equipo, adaptativo a las circunstancias, con conocimientos, sin ansia de protagonismo y, sobre todo, buen compañero. Un hombre de club. Lo echaremos de menos.
–¿Es de los que piensan que la categoría la próxima campaña será más dura?, ¿bajaron el nivel los equipos canarios?
–A priori sí, pero no porque salgan los canarios si no por el nivel de los que pueden caer y llegar a nuestro grupo. Filiales de clubes de Primera como el Betis B, clubes con un grupo inversor detrás o un club con una ciudad y un Ayuntamiento volcada en ellos como el Recreativo de Huelva demuestran a las claras que serán equipos con una gran capacidad para formar un gran equipo.
–¿Qué espera de la afición, más respuesta en cuanto a número?
–A los que somos no le podemos pedir más en cuanto acompañamiento y apoyo. El detalle de Antequera es una muestra de lo que es este club. Ver a la afición agradecer y celebrar el esfuerzo de su equipo pese a la derrota y pese a que se disipaban las posibilidades de soñar por el play-off de ascenso fue de una madurez impresionante. De eso debemos aprender todos.
–Lo mejor y lo peor del curso que acaba de terminar...
–Lo mejor es haber conseguido todo lo que nos propusimos junto con esta junta directiva desde el primer día: reducir la deuda, conseguir la permanencia y, por último, canterizar el primer equipo. Es algo de lo que debemos estar orgullosos todos los que comenzamos este proyecto, jugadores, técnicos, dirigentes y afición también. Lo peor, sin lugar a dudas, las lesiones, cuando además coincidían en el tiempo jugadores de la misma posición.
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