Pérez Herrera, sorprendido por su destitución
Xerez DFC
El entrenador jerezano, que se ha despedido este martes de los jugadores, afirma que "el lunes anterior al partido de Antequera nos dijeron que estaban encantados, que el equipo había dado un cambio brutal"
Afirma estar anímicamente "fuerte" y se siente "orgulloso" de todo lo conseguido en el club
El Xerez DFC destituye a José Pérez Herrera
La llamada del Xerez DFC comunicándole su destitución al frente del primer equipo cogió a José Pérez Herrera en el Día del Entrenador organizado por la delegación Gaditana de la RFAF, en el que recogía un premio por su labor con el club azulino, al que ascendió a Segunda RFEF hace dos campañas, clasificándolo de paso para la Copa del Rey tras ser campeón del Grupo X de Tercera RFEF.
La sorpresa fue mayúscula para el entrenador de San Eloy, que por la mañana había dirigido la sesión de recuperación y ya preparaba el partido del próximo sábado contra el Poli Ejido. Todo se desvaneció sobre las siete de la tarde, cuando recibía la noticia de su destitución, la primera de su carrera deportiva y ha tenido que ser en casa.
El técnico ha acudido este martes al entrenamiento para despedirse de los jugadores y asegura que anímicamente "estoy fuerte", lo que no quita que se haya llevado una desagradable sorpresa por su destitución, entendiendo que el equipo lleva una dinámica positiva -seis partidos sin perder- y de menos a más.
Pérez Herrera relata que "el lunes anterior te dicen que están encantados, que el equipo ha dado un cambio de imagen brutal, que la gente está contentísima y que confían plenamente en nosotros. Eso fue antes del partido en Antequera y en ningún momento nos dicen "José, en Antequera o ganas o esto se acaba". Por eso me coge de sorpresa y fuera de juego".
"El equipo venía mostrando más argumentos -señala el míster jerezano-, con momentos mejores o peores, habíamos hecho muy buenos partidos como San Roque o Betis B, el partido en Sanlúcar es tremendo, contra el Cádiz B puede ser un pasito atrás aunque pudimos ganar al final; y vamos a Antequera y empatamos en casa del líder, jugando mejor o peor, pero compitiendo y te traes un punto de un campo donde nadie había puntuado", apunta.
Por eso, "no me lo esperaba, pero me pilla fuerte. Si llega a pasar el día del Yeclano sí me voy tocado porque las sensaciones eran malas, tres partidos sin ganar y sí me hubiera ido jodido porque sí había argumentos para que hubieran tomado esa decisión aunque fuese precipitada. Esta vez veíamos al equipo que iba a creciendo, que iba a más, es una plantilla nueva entera que hay que ir madurándola y que tiene que cuajar para tener regularidad y la estábamos ya teniendo poco a poco. Ha habido partidos que no se han ganado por detalles, porque no la metías".
El técnico se marcha del Xerez DFC "orgulloso porque llegamos para cumplir los objetivos que el club internamente se ha marcado y siempre los hemos conseguido: el ascenso a Segunda RFEF, la Copa del Rey por primera vez en la historia, el campeonato de Tercera, la permanencia con las limitaciones que tenía el club a nivel económico, que no era fácil, y al final casi optamos por el play-off de ascenso. Son decisiones que hay que acatar, lo han decidido así y no podemos hacer nada".
En su despedida de la plantilla, "les he dicho que tienen que seguir el camino que traían y el sábado conseguir una victoria" y con respecto a la dimisión del presidente Ignacio de la Calle, apuntaba que "también me sorprende; yo siempre le he dicho que en el futuro, pasara lo que pasara, podía contar conmigo porque siempre me ha tratado muy bien. Al final esto es fútbol y los resultados mandan y le dije que no se viera comprometido a tomar una decisión si era justa y necesaria".
Por último, preguntado si en su fuero interno tenía la sospecha de que no acabaría la temporada como entrenador del equipo, contesta: "Por el camino ves detalles que te pueden llevar a pensar en eso, pero tampoco era algo que me obsesionara. Yo intentaba en el día a día confiar en mis jugadores. Luego, ves que hay gente que está sólo en las buenas y después ves quién está realmente en las buenas y en las malas y es a los que tienes que valorar, lo vas palpando en el día a día, es muy fácil darte la palmadita en la espalda cuando ganas y es más complicado cuando las cosas se tuercen. Tampoco es algo a lo que estés pendiente".
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