Guía
Listado de zamnbombas previstas este domingo 24 de noviembre

El líder, en su línea (0-1)

Balona balompié-Xerez dfc

El equipo de Dani Pendín no ofrece su mejor versión, perdona al filial de la Balona cuando lo tiene a su merced y acaba sufriendo en La Línea

El líder, en su línea (0-1)
R. Almagro La Línea

11 de enero 2016 - 05:02

Al Xerez Deportivo FC le pasó factura el parón navideño y estuvo lejos de ofrecer su mejor versión en un escenario que se antojaba idóneo para ese fin como el Municipal de La Línea, con sus amplias dimensiones y ante un rival que comenzó el choque con cinco juveniles sobre el césped. Los azulinos llegaron convencidos de que bastaba con una faena de aliño, sensación que se acentuó cuando se adelantaron en el marcador. Después fueron incapaces de matar el partido, los cachorros de la Balona se les subieron a las barbas y en el tramo final los xerecistas estuvieron a punto de dejarse dos puntos en el camino hacia su nuevo ascenso.

Al Xerez DFC le costó entrar en el partido. Tenía la posesión, pero se encontró con una Balona B muy ordenadita, con las líneas muy juntas y a los visitantes, que en todo momento dieron la sensación de estar jugando con una marcha menos de lo habitual, les costaba que el balón circulase, Tanto es así que aunque rondaba el área, la primera ocasión de auténtico peligro fue la jugada del cero-uno, que nació en un mal despeje de Romerito que desajustó a la zaga albinegra, de manera que Olmo le ganó la espalda y superó a David Mena.

La Balona B, que estaba plantando cara, bajó un poco los brazos al verse por detrás en el marcador y ahí fue donde al Xerez DFC le faltó la capacidad de sentenciar. Juanma y Padilla disfrutaron de sendas oportunidades diáfanas para dar el golpe definitivo, pero sus disparos se marcharon fuera.

El guión no cambiaría en los primeros compases de la segunda entrega. Otra vez el equipo de Jerez dispuso de otras dos oportunidades para haberse evitado pero dos veces Barberá, la segunda en buena medida gracias al acierto del meta local, fue incapaz de introducir el esférico en el marco.

A partir de ese momento el encuentro giró. La chavalería del filial albinegro le perdió el respeto a un rival ante al que había comenzado visiblemente amedrentado y se fue a por un buen resultado. Blas Álvarez comandó los movimientos del conjunto de casa, que buscó en el banquillo recursos para obtener al menos el empate.

A quince del final la afición de casa pidió con insistencia el 'penalti y expulsión' en una jugada en la que el lateral Martín encaraba el marco de Iván Ares, ayer titular. Pero la realidad es que dio toda la sensación de que Borja Perea tocó el esférico antes de al atacante y que en cualquier caso la acción se produjo un palmo fuera del área.

Ni siquiera ese susto mayúsculo, que provocó miradas de complicidad en el banquillo azulino, terminó de alertar a un equipo que daba la sensación de que creía que tenía los deberes hechos.

Valdivia, que había salido poco antes, tardó mucho en reaccionar en un magnífico servicio de Blas, el tiempo suficiente para que Romerito, inconmensurable toda la mañana, le arrebatase el balón en el momento justo. El propio '15' de la Balona B tuvo una más tarde y la más clara de todas, en el 82', un cabezazo de Antonio González a un metro del marco al que llegó muy forzado y que se le marchó por encima del larguero entre el suspiro de los forasteros, que lo veían dentro.

Bien es cierto que con el filial balono ya desabrochado en busca de un mejor marcador, Barba entrelló el esférico en el larguero (83') y ya en el descuento la tuvo Morlán, pero se cruzó en su camino el guardavallas del equipo de casa.

Al final el Xerez Deportivo FC se llevó el botín, pero también la experiencia de que, con independencia de su indiscutible superioridad, si desconecta de los partidos, y más aún ante un equipo de chavales que en muchos casos atesoran bastante calidad, puede sufrir un nuevo susto como los que ya le proporcionaron Jédula o Barbate.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

El maestro Juan Martínez que estaba allí

Juan Martínez existió