Salud Mental: La 'pandemia' posCovid
Salud
El aumento de problemas como la ansiedad o la depresión satura las consultas.
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Sociedades científicas, especialistas, instituciones profesionales, administraciones públicas y organismos internacionales (OMS) advierten, desde hace meses, del aumento de problemas de salud mental, muy especialmente en la infancia y la adolescencia, en la era posCovid.
Desde 2018 se aprecia un incremento progresivo de las consultas atendidas en Salud Mental en Andalucía, tanto primeras consultas como consultas sucesivas: en 2018 se atendieron 113.416 primeras consultas y en 2021 fueron 134.076. Esta tendencia se mantiene en el primer semestre de 2022, con 87.999 consultas atendidas en Salud Mental en Andalucía, según los últimos datos facilitados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
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El aumento de la demanda asistencial satura las consultas de Psicología clínica y Psiquiatría, cuya situación de partida es históricamente precaria en el sistema público. En el caso de niños y adolescentes con problemas de salud mental, los recursos disponibles en la red pública son inexistentes o insuficientes, según advierte, de manera recurrente, el Defensor del Pueblo Andaluz en sus informes anuales.
Cruz Roja recibe más de 1.800 peticiones de auxilio emocional de Andalucía
El servicio telefónico gratuito Cruz Roja Te Escucha (900 107 917) ha recibido 1.833 peticiones de auxilio emocional procedentes de Andalucía, siendo la comunidad con más llamadas (22,9% del total nacional) sólo superada por Madrid (23,7%). El total de llamadas de este teléfono en España: 7.992, desde el 1 de septiembre de 2022 al 31 de agosto de 2023. Cruz Roja puso en marcha hace más de tres años este servicio telefónico como respuesta a la creciente necesidad de apoyo emocional para proporcionar un espacio seguro y confidencial en el que las personas puedan expresar sus preocupaciones, ansiedades y sentimientos, y recibir la asistencia psicológica que necesitan. En España, más de 2,1 millones de personas padecen depresión, 230.000 de ellas, grave. El 5% de los residentes están diagnosticados con ansiedad y depresión. España es, junto a Portugal, uno de los países de la OCDE donde más ansiolíticos y antidepresivos se consumen.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado este 10 de octubre, asociaciones de pacientes y familiares, junto a sindicatos, han vuelto a reivindicar los recursos necesarios para que las personas que sufren trastornos comunes como depresión o ansiedad, y enfermedades mentales graves, reciban la atención sanitaria, educativa y social adecuada.
"La escasez de profesionales especializados, especialmente en zonas rurales, es la principal dificultad que encuentran los pacientes y sus familias", explica Ana Mingorance, técnica en la Federación Andaluza de Salud Mental, que aglutina a 19 asociaciones y 60 delegaciones en el territorio andaluz.
Andalucía, a la cola
La Junta de Andalucía ha reforzado plantillas e infraestructuras dedicadas a la Salud Mental: entre 2021 y 2023 las plazas de especialistas de área de Psicología Clínica en Atención Primaria han aumentado en 78 plazas nuevas y se han invertido más de 14 millones de euros en infraestructuras sanitarias, explican fuentes del SAS. Pese a este refuerzo de la Junta, Andalucía continúa a la cola en Salud Mental debido, en gran medida, al déficit histórico de inversiones en recursos humanos e instalaciones que padece esta área de la Sanidad Pública.
La reforma psiquiátrica (1985), que terminó con el aberrante modelo asistencial basado en la reclusión (manicomios), ha carecido históricamente de los recursos necesarios para atender las necesidades de las personas que sufren enfermedades mentales graves.
La red asistencial de Salud Mental dispone de sólo 396 psicólogos clínicos, 592 psiquiatras y 220 enfermeras especializadas para atender la demanda de una población de 8.494.155 habitantes en Andalucía, situándose por debajo de la tasa media de España y muy lejos de las ratios del entorno europeo. Esta plantilla deficitaria, pese a los últimos refuerzos, afronta el constante incremento de demanda asistencial por problemas conductuales, emocionales y mentales.
Según cálculos de la Federación de Salud Mental Andalucía, la tasa de profesionales de psicología clínica por cada 100.000 habitantes en los recursos públicos de salud ha aumentado de 3,65 a 4,56. Esta tasa continúa muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en 6 psicólogos clínicos por 100.000 habitantes. A su vez, España se distancia mucho de países como Alemania (41), Reino Unido (18) y Francia (15). En cuanto a profesionales de psiquiatría, la media andaluza está en 6,9 por cada 100 mil habitantes, mientras que la española es de 15 profesionales.
Las bajas laborales por trastornos se disparan
UGT estima que 2023 acabará con más del doble de bajas que en el mismo periodo de 2016. "Si comparamos el número de bajas por trastornos mentales y de comportamiento del 2016, con el mismo periodo 2022, encontramos un incremento de estas en un 81,54%. Mientras que si comparamos 2019 (año pre pandemia) con 2022 (año posPandemia) el incremento supone un 28,67%", explica este sindicato. "Las mujeres y las personas jóvenes son los que acumulan un mayor número de bajas por motivos de salud mental", recuerda Antonio Macías, secretario regional de Sanidad UGT Andalucía, al incidir en que "no estamos bien en el trabajo: lo positivo es que empezamos a pedir ayuda, pero lo negativo es que cada vez la necesitamos más, sobre todo los menores de 25 años, entre los que las bajas por este motivo se han disparado un 91% desde 2019". Asimismo, UGT denuncia la falta de psicólogos en la sanidad pública y en la mutuas de accidentes de trabajo (el conjunto de las 18 mutuas registradas totalizan nada más que 70 psicólogos y sólo 16 psiquiatras para las 50 provincias, más las dos ciudades autónomas del Estado, lo que significa que hay provincias -y mutuas- que no gozan de ninguno de estos profesionales). Esta plantilla deficitaria que provoca, a su vez, que los problemas de salud mental se sitúen como el tercer tipo de baja más larga (108 días de media), sólo por detrás de los tumores y las enfermedades circulatorias.
"Es crucial y apremiante destinar más recursos profesionales, siendo esencial la instauración de la figura de los profesionales de psicología en Atención Primaria, y en el ámbito educativo", reivindica la Federación de Salud Mental Andalucía. Se trata de una petición que ya en noviembre de 2022 realizó el Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental, al incidir en que los trastornos mentales y de conducta en menores entre 4 y 14 años de edad se han duplicado en Andalucía. Asimismo, las ideaciones suicidas en los menores han aumentado.
El suicidio es la primera causa de muerte violenta en Andalucía. Durante el último año 2022 las Urgencias Hospitalarias atendieron en Andalucía 5.042 intentos de suicidio, entre ellos 392 menores.
El Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental recuerda que un "alto porcentaje de enfermedades mentales se inician en la adolescencia".
Déficit infanto-juvenil
Los psicólogos andaluces y el Defensor del Pueblo Andaluz vienen reclamando los recursos necesarios para que niños y adolescentes que residen en Andalucía reciban la asistencia idónea. "La insuficiencia de los servicios, unida a la presión asistencial existente en las USMIJ (Unidades de Salud Mental Infanto-Juvenil) generan demoras en su acceso que provoca listas de espera para la exploración y diagnóstico, y deficiencias en la intensidad del tratamiento con relación a la frecuencia de las sesiones terapéuticas”, reseña el Defensor del Pueblo Andaluz en el Estudio Singular La Salud Mental Infantil y Juvenil.Estudio Singular La Salud Mental Infantil y Juvenil
"Para mejorar la atención a estos problemas en la infancia y en la adolescencia resulta necesario lograr la coordinación entre el sistema educativo, social y sanitario", asevera Luis Pizarro, técnico en el Programa Andaluz de Salud Mental.
Los expertos consultados apuntan además a la necesidad de que se aumente el número de plazas MIR en Psiquiatría y en el PIR de Psicología Clínica para alcanzar la media europea, ya que el número de plazas de formación sanitaria son insuficientes. El aumento de la demanda urge la incorporación al sistema público de psiquiatras, psicólogos y enfermeras especializadas en Salud Mental, especialmente en problemas mentales y emocionales infanto-juveniles.
Una reivindicación histórica para la red de Faisem
Sindicatos (CCOO y UGT) y familiares reivindican mayores esfuerzos por parte de las administraciones para mejorar la asistencia que reciben las personas afectadas por trastornos mentales graves en Andalucía.
"Para CCOO es una prioridad que la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) se integre en los servicios de salud de Andalucía, como lo han hecho con el resto de entidades que dependían de la Consejería de Salud y Consumo de manera que tanto las condiciones laborales de los profesionales en esta entidad, como del servicio que presta, se dé en un marco de igualdad", explica Joaquín Valderrama, presidente del comité intercentros de Faisem.
Sin el reconocimiento de categorías (educador, trabajador social, integrador, etcétera), como sí ocurre en otras comunidades autónomas, todos los profesionales que atienden a personas con trastornos mentales graves en Faisem son monitores, con un sueldo que apenas supera el mínimo interprofesional (sueldo base de 1.171). Esta situación los colocan en desventaja frente al resto de empleados públicos.
Las centrales denuncian además el aumento de cargas de trabajo en una plantilla menguante: Si bien el número de directivos en Faisem ha crecido, el personal de atención directa a los usuarios (monitores) no ha hecho más que disminuir, si en 2019 Faisem contaba con 1.116 profesionales en 2022 se redujo a 1.055, según las mismas fuentes. Esta plantilla menguante ve incrementar las cargas con la creación de nuevas líneas de atención a personas con patología dual (trastorno y consumo de tóxicos), sin hogar y las labores de pinche que tienen que realizar desde este verano los monitores en centros de Cádiz.
Estas condiciones laborales repercute en la calidad de la asistencia que reciben las personas afectadas por problemas mentales graves (psicosis y esquizofrenia, entre otros) en Andalucía. Según una auditoría a Faisem, cada monitor atiende a 31 usuarios; una ratio muy superior a otras comunidades autónomas como Castilla-La Mancha (18) o Madrid (9).
La Junta de Andalucía, por su parte, ya explicó que la inversión en Faisem se ha incrementado desde 2018 un 13,6% pasando de los 41,7 millones a los 48,3 en 2022;y la plantilla ha aumentado un 9% desde 2018.
Desde hace 30 años estas personas reciben asistencia enfocada a su integración social en los distintos programas (casas-hogar, centros de día, atención a domicilio, etc.) de Faisem, cuyo modelo de asistencia comunitaria fue diseñado hace décadas para cubrir las necesidades de esta población tras la reforma psiquiátrica de los años 80. El modelo de Faisem, fundación que depende de la Consejería de Salud y Consumo, se basa en apoyar y gestionar recursos de apoyo social a personas con discapacidad derivada de enfermedades mentales graves. Pero la necesidades de esta población superan en gran medida los recursos disponibles en el sistema público.
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