La victoria de Meloni despierta inquietud en los movimientos sociales
Elecciones en Italia
Los activistas aseguran que Italia ya va con "mucho retraso" respecto al resto de Europa Occidental
No se esperan leyes en contra, pero "sí obstruccionismo"
La nueva reina de la ultraderecha europea
Roma/La victoria electoral de la ultraderechista Giorgia Meloni, que se convertirá en la primera mujer en presidir un Gobierno en Italia, despierta inquietud en los movimientos sociales, temerosos de que se agrave la situación de los derechos en un país que ya va con "mucho retraso" respecto al resto de Europa Occidental.
El colectivo LGTBI, el movimiento feminista y las organizaciones que socorren a los migrantes en el Mediterráneo no creen que la llegada de la derecha al poder vaya a traer nuevas leyes que limiten sus derechos, pero sí que "se complique la vida diaria de las personas".
"Lo que es seguro es que en los próximos 5 años no daremos ningún paso adelante e Italia deberá esperar aún para tener derechos relativos a nuestra comunidad. Al contrario que el resto de Europa Occidental, no tenemos el matrimonio igualitario, cuando han pasado casi 20 años de su aprobación en España", declara a Efe el presidente de Arcigay Roma, Francisco Angeli, para quien, lamentablemente, "hay poco que desmantelar".
Esta ONG que lucha por los derechos LGTBI desde los años 80 "no espera leyes en contra, pero sí un obstruccionismo" en todos los intentos de ir hacia adelante, como ya sucedía en el Parlamento, donde lleva meses estancado el proyecto de ley contra la homo y transfobia.
Angeli destaca que la derecha "ha logrado el 47% (de los votos), pero por primera vez la mayoría de Italia ha votado por partidos progresistas o de izquierdas, un 51%, así que (...) la mayoría del país va en otra dirección".
Pero reconoce que sí existe temor a "que se fomente el odio, a que algunos se sientan más legitimados para tener actitudes verbal y físicamente agresivas" lo que será "un problema para la vida cotidiana de las personas".
Y ahí, Arcigay seguirá con su "compromiso" de defender "con uñas y dientes" a las personas LGTBI, recalca.
El aborto, una batalla abierta
Más temor muestran los movimientos feministas, en particular sobre el derecho al aborto en "un contexto ya difícil, porque, aunque existe una ley, los médicos tienen la posibilidad de ser objetores de conciencia y la tasa es altísima, con una media del 70% en Italia y, de hecho, en alguna región es imposible abortar en los hospitales públicos".
Marta Autore, del movimiento Non Una di Meno (Ni una de Menos), habla con Efe durante la manifestación a favor de "un aborto libre, seguro y gratuito" celebrada esta semana en Roma, la primera tras el triunfo de Meloni y su partido, Hermanos de Italia (FdI).
"Su victoria nos preocupa de forma particular porque esta derecha propone un modelo de sociedad patriarcal homo y transfóbica, racista, retrógrada y reaccionaria", pero "presentaremos batalla en los próximos años".
Se muestra especialmente alarmada porque cuando Meloni "dice que quiere garantizar la posibilidad de no abortar, algo que ya existe, lo que quiere es abrir las puertas a las asociaciones provida en hospitales, consultorios públicos o escuelas".
De hecho, esos grupos ultracatólicos "ya han pedido un ministro de Educación" , dice Autore, mientras explica las reticencias de FdI a seguir las líneas europeas sobre la píldora abortiva, que en Italia se administra en los hospitales.
"En Umbría FdI propone tres días de hospitalización", mientras que "en Liguria ha presentado una propuesta de ley para que los grupos provida entren en los hospitales. No es un temor, es algo que quieren hacer y cuando estén en el Gobierno tendrán mucho más margen de maniobra".
Más de lo mismo
Las ONG cuyos barcos se dedican a rescatar a refugiados y migrantes en su travesía hacia Europa esperan a conocer las medidas concretas del nuevo Gobierno, aunque ven una continuidad en los tres últimos ministros del Interior, dice a Efe Francesco Creazzo, portavoz de SOS Mediterránee.
"Nos tememos que lo que está ocurriendo desde hace al menos cuatro años (...) continúe o incluso se agrave: que Italia, al igual que otros estados europeos, abandone su obligación legal de rescatar a quienes están en peligro en el mar y obstaculice las actividades de quienes pretenden llenar este vacío".
Y aunque reconoce que "el tono y el contenido utilizados en la campaña electoral son preocupantes", es "muy difícil predecir los escenarios y entender si habrá, y en qué medida, adhesión entre las medidas anunciadas", entre las que figuran decretos que frenen la llegada de migrantes y centros de recepción en territorios no europeos gestionados por la UE.
"Pero, hay que subrayarlo, no hay nada nuevo en todo esto", enfatiza Creazzo, para quien "lo que está ocurriendo en el Mediterráneo central no sólo concierne a los italianos o a los malteses, sino que cuestiona a toda Europa".
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