Un vertedero en una casa en pleno centro de San Fernando
Servicios Sociales
Enormes cantidades de basura se acumulan en una vivienda de la calle Nicola
El gobierno explica que buscan una solución sin que hasta ahora sus intervenciones hayan dado resultado
Contratan a una empresa para limpiar una casa y la basura acaba en una zona verde de Puerto Real
San Fernando/San Fernando tiene un casa vertedero en pleno centro de la ciudad. En concreto, está en la calle Nicola número 1 Derecha, en el callejón en que se convierte la vía que desemboca en la calle Real, frente a la antigua Capitanía General, desde la Plaza de Toros. La acumulación de basura en esta vivienda abandonada –no vive nadie actualmente– implica dos graves problemas: uno de insalubridad, otro de seguridad. Desde el gobierno municipal explican que a través de los Servicios Sociales, entre otras áreas, se ha intentado intervenir en distintas ocasiones "pero las particularidades del caso han impedido avanzar en su resolución". [Actualización: Desde el Ayuntamiento matizan que la casa sí está habitada. Eso es lo que hace compleja y limitada la posibilidad de intervención].
Los vecinos guardan silencio, no quieren hablar. Una persona que por su trabajo conoció la situación lo denuncia y muestra las imágenes captadas desde el entorno. Resulta sorprendente. Resulta repugnante. Nadie ajeno se espera que esto se encuentre en pleno centro de San Fernando. "Y está afectando a los vecinos", asegura. Las cantidades de desechos –no orgánicos, al menos– amontonados están provocando la aparición de ratas e insectos en las viviendas cercanas que los afectados combaten con mosquiteras o mallas para proteger patios interiores y las propias casas. Supone por tanto un foco de insalubridad, un problema de salud pública que puede extenderse.
Cualquier cosa que se le ocurra, podría encontrarse en este basurero. Macetas, cajas de fruta, latas oxidadas, cubos de pintura, tubos de obra, maderas, tapacubos, rejillas, somieres, ollas, cacerolas, marcos de ventas, vallas, barreños, cubos de limpieza, botijos, restos de electrodomésticos como un ventilador, escaleras viejas, mesas y sillas de playa, mesas y sillas de plástico, mesas y sillas de metal de las habituales en los bares, piezas de madera, trozos de tarima flotante o planchas metálicas de techos están almacenadas en la azotea de esta vivienda de la calle Nicola en la que no habita nadie. No podría.
Aunque el interior no se ve, el domicilio esconde entre cuatro paredes lo mismo que se observa desde fuera, desde el entorno: desde las viviendas aledañas, desde la Plaza de Toros, desde el último piso de la antigua Capitanía, desde el inmueble del otro margen del callejón. Desde el suelo, ante la fachada de la finca –con claras y evidentes muestras de deterioro, desde desconchones hasta la oxidación de los cierros de los ventanales–, se puede atisbar como asoma la pata de alguna silla y mesa apoyadas sobre el pretil, todo un peligro para los viandantes. Esta falta de seguridad se suma a la que provoca el peso de tanta basura almacenada en la cubierta de la vivienda, que puede llevar a derrumbes y que en algunos puntos ya ha causado hundimientos.
Respuesta municipal
El Ayuntamiento es "consciente" de este problema, confirma, y de hecho "sensible" ha intentado intervenir en varias ocasiones para revertir la situación. Así, hasta el lugar han acudido agentes de la Policía Local en varias ocasiones, se ha abierto expediente con incluso seis multas sancionadoras y se ha solicitado expediente de valoración social.
El asunto se ha tratado, detallan, desde distintas áreas, como los Servicios Sociales y Urbanismo, aunque reconocen que las particularidades del caso han impedido avanzar en su resolución. Se ha hecho "todo lo que permite la ley", aclaran por parte del equipo de gobierno [sobre una vivienda de la que han matizado que sí está habitada]. Actualmente están estudiando distintas alternativas, aseguran, "y seguimos trabajando para encontrar una solución que solvente esta situación".
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