La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Libelos de sangre

Si no saben lo que dicen al corear “desde el río hasta el mar”, malo. Y si lo saben, peor

Los libelos de sangre, calumnias inventadas contra los judíos, les acusaban de secuestrar, torturar y crucificar a niños cristianos utilizando su sangre para hacer el pan ácimo de la cena de la pascua. Surgidos en la Europa bajomedieval, fueron frecuentes hasta inicios del siglo XVI. Resucitaron en el XIX y XX, sobre todo en la Europa del Este, siendo el último conocido el de Kielce (Polonia) en 1946 que provocó el asesinato de 46 judíos supervivientes del Holocausto.

La deriva que han tomado las protestas contra el durísimo ataque defensivo de Israel contra los terroristas de Hamas, que está provocando tantas víctimas inocentes y tanto sufrimiento en los palestinos que Hamas utiliza con cruelísima eficacia propagandística como escudos humanos, ha ido evolucionando –¿o estaba previsto desde el principio en la intención de quienes las promueven?– hasta casi rozar el tono de los libelos de sangre (en este caso, a diferencia de los antiguos, basado en hechos reales, no inventados, pero groseramente manipulados y descontextualizados para cargar las culpas solo sobre Israel eximiendo de responsabilidades a Hamas, Herzbolá y su patrocinador, Irán).

Se ha logrado hacer creer que no es responsabilidad de un gobierno y su funesto presidente, fuertemente cuestionados por muchos israelíes –Hamas eligió el momento y la extrema crueldad del ataque del 7 de octubre previendo la respuesta que le daría un torpe radical al límite del fanatismo como Netanyahu–, sino de todos los israelíes. Y no solo de los israelíes, sino de los judíos de todo el mundo. Porque la conspiración yanki-sionista inventada por la izquierda no deja de ser la actualización de otro libelo, El protocolo de los sabios de Sión, creado en Rusia en 1902 y siempre reeditado en los países islámicos, que desvelaba una conspiración judía para dominar el mundo. No se defiende la única solución posible, la creación de dos estados, sino que se pide el total aislamiento internacional de Israel y su eliminación.

Es descorazonador oír como en las manifestaciones y las acampadas de estudiantes se corea el “desde el río hasta el mar”, lema adoptado por Hamas que rechaza la solución pactada de los dos estados, exigiendo la desaparición de Israel y la creación de un estado palestino que se extienda desde el Jordán hasta el Mediterráneo. Si no saben lo que dicen, sobre todo tratándose de universitarios, malo. Y si lo saben, peor.

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