Cartel de la exposición.

Espacio Abierto Jerez acogerá este jueves, 2 de mayo, a las 20 horas, la inauguración de la exposición 'Entre el ser y el ver', de Celeste Fernández Moncada (Córdoba, 1996). Se podrá visitar hasta el 31 de mayo, en horario de mañana, de martes a viernes, de 10,30 a 13 horas; y de tarde, de lunes a viernes, de 17,30 a 20 horas. La semana de Feria permanecerá cerrada. 

Graduada en Bellas Artes, en el máster en Arte: Idea y producción, y doctora en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, Celeste, afincada en Jerez, ha resultado finalista de certámenes como Sierra Elvira de Pintura (Granada, 2020); Rafael Ramos García de fotografía (ULL, 2021); X Bienal Iberoamericana de Arte Gráfico Ciudad de Cáceres (2023); XXXIII Certamen Nacional Calamonte Joven (2023) y VI Certamen de Creación Artística para Artistas Emergentes (Universidad de Loyola, 2024). Ha ganado certámenes como Projectarte’21 con el proyecto colectivo Habitar, habitarse (2021); Premio fotografía individual en Rafael Ramos García (ULL, 2022); Accésit honorífico en el I Congreso Lo Desenfocado (Cicus, 2022) y cuarta mención de honor en el Concurso de Fotografía de la Universidad de Murcia (2023). Además, también ha participado en exposiciones grupales como Digital Communitas III: Digitale Gemeinschaft (Kunsthaus Steffisburg, Suiza, 2021); Juguetes de Artista (Sala Laraña, US, 2022); Uchi-soto (Galería Copa, Bangkok, 2023), y Nostalgia Exhibition (Loosenart Gallery, Roma, 2024).

'Entre el ser y el ver' trata de la proyección identitaria dual, la ficción entre el intérprete pasivo y el activo. "Todo acto exterior nos repercute, porque el otro es el soporte de nuestro reflejo. Observamos con continuidad espacios decorados, atuendos en tendencia y máscaras que se hacen pasar por rostros reales. Habitamos espacios rectangulares del tamaño de un bolsillo, allí donde el cuerpo actúa como transmisor de una serie de ideas impostadas, dando así lugar a una compleja fragmentación identitaria que se extiende hasta la despersonalización. Trabajaremos con la fotografía para trabajar con la sombra, entendiéndose como la esencia subyugada al yo pretendido. La era de la globalización pone en manifiesto esta idea, englobando a las diferentes generaciones que la experimentan", apunta la autora.

"Las redes sociales -añade-, aunque socialmente se comprendan como un espacio de entretenimiento, descanso y conexión con los demás, son un lugar más en el que hemos de interpretar un rol, donde somos un personaje que juega con el simulacro y la ocultación hasta la distorsión y la exageración. Es por eso que no pueden concebirse como una simple distracción o un simple catálogo que muestra un imaginario colectivo, ya que se encuentra saturado de imágenes de cómo se debe actuar dentro de nuestro teatro contemporáneo".