Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz han determinado que la narcolancha que pilotaba Francisco Javier M. P., alias 'Kiko El Cabra', no fue la que embistió y acabó con la vida de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González en el puerto de Barbate el pasado 9 de febrero. 

Tras las pesquisas del equipo de investigación se concluye -según el informe- que la única embarcación de alta velocidad que arremetió esa noche hasta seis veces contra la pequeña zódiac de la Benemérita no fue la narcolancha intervenida al día siguiente y cuyos tripulantes eran las seis personas que hoy están encarceladas como supuestos responsables.

En el informe, continuación de otros anteriores de la Guardia Civil, los investigadores señalan de forma textual que "es posible descartar la participación de los actualmente investigados en la perpetración de los delitos de asesinato y atentado agravado objeto de las presentes pesquisas, sin que ello afecte a la presunta comisión de un delito de contrabando".

La pregunta surge prácticamente inmediato: ¿'Kiko El Cabra' y el resto de investigados pueden permanecer en prisión? Los frentes abiertos en este momento de la instrucción de la causa son muchos. Puede ocurrir que el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barbate, encargado de la investigación del caso, decida ponerlos en libertad, toda vez que el informe de la UCO ya ha sido aportado al procedimiento y, por tanto, tiene constancia del mismo.

No obstante, cabe la posibilidad también de que el juez decida mantenerlos privados de libertad como responsables de dos delitos de los que no alberga grandes dudas sobre su comisión: organización criminal, que abarca penas que oscilan entre los dos y los cinco años de cárcel; y contrabando, puesto que el simple hecho de viajar en una narcolancha (género prohibido) ya comporta penas de entre tres y cinco años.

Caso aparte es que sea procedente mantener en prisión provisional a los seis investigados cuando los delitos más graves que en principio les imputaban eran los de asesinato e intento de asesinato, cuya autoría está ahora en entredicho.

El informe de las defensas

Según fuentes judiciales consultadas por este medio, todo parte de una pericial encargada por las defensas en la que se lleva a cabo una ampliación de las imágenes de todos los vídeos que existen del incidente de las narcolanchas. Con ese informe, la unidad de Policía Científica de la Guardia Civil comprueba que esos vídeos no están editados, que son auténticos y no han sido manipulados.

A partir de ahí, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil comprueba a su vez que, a la vista de estas imágenes y de otros datos que obran en la investigación, hay una embarcación que pasa "seis veces" por encima de la pequeña zódiac en la que iban los agentes del Instituto Armado, una narcolancha que tiene cuatro motores pero sólo una antena.

Los investigadores también acreditan que la embarcación en la que viajaban los seis imputados que están presos tiene cuatro motores pero consta de dos antenas.

A todo ello se une otra circunstancia que la UCO destaca en su informe y es que uno de los tripulantes de esta embarcación está realizando una grabación de lo ocurrido, que forma parte de los vídeos aportados, y se aprecia en las imágenes cómo registra el momento en que es arrollada la embarcación de la Guardia Civil, con lo cual se descarta que la goma en la que viajaban los investigados fuera la del ataque mortal.

El abogado Manuel Manzaneque, que defiende a alguno de los investigados, ha expresado en declaraciones a este periódico el "más profundo agradecimiento de las defensas a la extraordinaria labor de la unidad Central Operativa de la Guardia Civil, que han demostrado ser absolutamente independientes a cualquier clase de presión o interés político". El letrado ha añadido que la labor de las defensas hubiera sido "mucho más difícil si este grupo de valientes agentes no hubiera intervenido. No sólo para demostrar la inocencia de nuestro defendidos, sino para evitar la impunidad de los verdaderos asesinos", ha concluido.