Cofradías

Día sacramental en San Miguel ‘sopra’ Minerva

  • La hermandad del Santo Crucifijo se prepara para la tradicional procesión eucarística de la octava del Corpus Christi que tendrá lugar hoy tras la misa de las 9 de la mañana en San Miguel

Preparando el nuevo paso de la custodia del Corpus de Minerva.

Preparando el nuevo paso de la custodia del Corpus de Minerva. / Miguel Ángel González (Jerez)

Rafael Racero, hermano mayor del Santo Crucifijo de la Salud, es tajante: “Se trata del titular más importante que tiene la hermandad”. Así que hay que echar toda la carne en el asador y el mucho trabajo que es poner en marcha la procesión eucarística de Minerva es poco para lo que ha de acontecer por las calles del barrio de San Miguel este mismo domingo, octava del Corpus.

La casa de hermandad es un hervidero y un trajín de hermanos que entran y salen. Unos se ajustan la corbata para acudir a la iglesia a los cultos previos a la procesión; otros siguen con el trabajo porque no se puede parar cuando solo faltan horas para salir a las calles con el verdadero Amor de los amores. En el salón de pasos, el maravilloso manto de la Virgen de la Encarnación sirve de testigo mudo de todo lo que se está preparando de cara al domingo. En la entrada de la amplia casa de hermandad, una placa recuerda a Juan de Mata López de Meneses. Este mes de julio, concretamente el día en el que los españoles están llamados a las urnas, se cumplen sesenta años de su muerte. Pocos quedan ya en la hermandad que conocieran a este cofrade que tanto tuvo que ver en el reflotamiento de la hermandad. Pero su empeño y su memoria han quedado para siempre tatuada en el mármol de la placa que preside la entrada.

El nuevo paso de la custodia ha sido diseñado por Curro Claros

Por otro lado está el boceto del paso que porta la custodia. Es como un recordatorio a los hermanos; al fondo de la entrada para que todos lo vean cuando entren y salgan de la casa. No se puede entrar sin obviar lo que será la carroza para Cristo Sacramentado. “Es uno de los proyectos más ambiciosos de toda la historia de la hermandad. Ofrecer un paso acorde a la custodia para el titular más importante”, ahonda Racero. Y añade que “nos hemos puesto manos a la obra en cuanto se ha podido. Antes, la hermandad ha estado inmersa en hacerse a sí misma y, posteriormente, en importantes restauraciones. Pero todo llega y ahora era el momento de hacer frente este ilusionante sueño de los hermanos del Santo Crucifijo”. El paso, una vez finalizado, será una joya. Diseñado por Curro Claros, la talla la llevara a cabo Manuel Oliva mientras que la orfebrería corresponderá al cofrade y hermano del Santo Crucifijo, Toni García Falla. Los ricos bordados que rematan los faldones corresponderán al bordador astigitano Jesús Rosado. Como remate final, lo que la hermandad ha conservado durante siglos: la maravillosa custodia de Juan Laureano de Pina, una de las más importantes de toda Andalucía. Aunque lo verdaderamente importante, lo más grande, irá en el viril, y será el Señor hecho Eucaristía.

Historia

Esta procesión forma parte de una de las costumbres más acendradas de la ciudad. Nace de la relación histórica y filial de la antigua hermandad sacramental jerezana con la romana iglesia basilical de Santa María sopra Minerva, templo edificado sobre el antiguo templo romano dedicado a la diosa Minerva de ahí el apelativo de ‘sopra’ (sobre) la antigua diosa romana. En definitiva una tradición muy enraizada en el barrio de San Miguel donde los vecinos ponen sus pequeños altares en las puertas de sus casas, se blanquean las fachadas y hasta se cuelgan las colchas más pomposas de las balaustradas de los balcones a modo de repostero al paso de la Sagrada Forma.

Y sobre el suelo, la hermandad cada año hace sus propias alfombras. Es un clásico ver las virutas de madera perfectamente teñidas en varios colores, formando un cromatismo perfecto. La hermandad se esmera durante los días previos en tintar las lascas de madera para formar los dibujos de las alfombras. En la azotea de la casa de hermandad, un grupo de hermanos trabajan ayudados por un artilugio ciertamente extraño que deberían de patentar,  “Este método para dar color es el resultado del paso de los años y el ingenio de los hermanos. No existe otro artilugio igual ya que está construido por los mismos hermanos. Por eso se puede afirmar que esta es una hermandad donde se respeta mucho el I+D+I”, comenta entre risas el hermano mayor. Las sacas se colocan en un rincón de la azotea mientras que en una esquina se orea la viruta recién sacada de la máquina escurridora tras haberse ligado con agua y colorante ayudándose de una batidora que daría mayonesa a un regimiento a tenor de su tamaño.

Son días de gloria. Atrás queda el ascetismo y el silencio de la Madrugada del Viernes Santo cuando el Santo Crucifijo cruza el cancel de la puerta de San Miguel en un ascua de luces que sobresalen de sus altos candelabros de guardabrisa. Un color ocre en medio de la madrugada del Viernes Santo convertido este domingo en luz y alegría mientras suena la marcha ‘Triunfal’ cuando salga la custodia con Su Divina Majestad.

El paso irá poco a poco avanzando y enriqueciéndose hasta culminar el suntuoso diseño de Curro Claros. Todo se irá alcanzando. “Este año se saca un medallón en el centro tallado y acabada la estructura del templete. Para el año que viene se pretende sacar toda la talla completa de la pieza”, sostiene Racero.

Mientras los hermanos se esmeran en colocar los candelabros que gentilmente han cedido los cofrades del Santo Entierro, el romántico paso de la Virgen de los Reyes espera su momento. Al fondo, los hermanos de la fraternidad mercedaria de la Cabeza han cedido sus andas para el portentoso San Miguel de Antonio Dubé Herdugo que saldrá en la procesión. Así que serán tres pasos para este evento que sirve de guía si se quiere adentrar uno en las raíces más profundas de la ciudad. “Son días grandes en San Miguel. Hay que estar a altura y no sobra nada. Todo nos parece poco para Cristo Sacramentado —subraya Rafael Racero—. Así que si son tres pasos, pues mejor que dos”.

Mientras, el tercer paso de la cofradía —el maravilloso Simpecado de Carrasquilla— observa silente todo el trajín que se traen los cofrades del Santo Crucifijo en estos días de previas sacramentales. Ahora toca la procesión de gloria. Ya llegará el silencio de la Madrugada. Viendo el salón de pasos y las vitrinas, se vuelve a confirmar que esta del Santo Crucifijo de la Salud es una de las grandes cofradías de Andalucía. Ruan negro en la madrugada y lucidas corbatas rojas cuando llega la octava del Corpus. Por esto es grande esta corporación. Grandeza que pende del madero cuando llega el momento penitencial y tradición junto al buen gusto cuando se torna el tiempo en alabanza eucarística.

Preparando la viruta que servirá de alfombra. Preparando la viruta que servirá de alfombra.

Preparando la viruta que servirá de alfombra. / Miguel Ángel González (Jerez)

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