Domingo Díaz Barberá | Cofrade de la Sagrada Cena y la Piedad

“Las cofradías deberían de ser más espirituales y menos turísticas”

  • El autor presenta su obra ‘Jesús de Nazaret, Pasión, Muerte y Resurrección del Hijo de Dios’, este lunes día 5, a las 20 horas, en el Hotel Casa Palacio María Luisa

Domingo Díaz Barberá posa con su libro.

Domingo Díaz Barberá posa con su libro. / Manuel Aranda (Jerez)

—¿Cómo nace la idea de llevar a cabo esta publicación?

—Arranca después de que diera una conferencia sobre el año 2003 o 2004 en la Buena Muerte, el Prendimiento, en el consejo de la Unión de Hermandades de El Puerto y en la parroquia de San Marcos y era el proceso legal a Jesús de Nazaret. Nos preguntábamos si fue legal el proceso que se hizo a Cristo en sus dos vertientes: la religiosa, ante Anás y Caifás y en la parte política ante Pilatos. Cuando llegamos a los tristes meses del confinamiento yo me puse a ordenar y completar el proceso a Jesús desde su entrada en Jerusalén hasta la Resurrección. Siempre desde una perspectiva cristiana. En el libro voy ofreciendo todo un recorrido por los pasajes y, entre medio, se me detallan detalles de los santos lugares, las iglesias que ha habido en Tierra Santa o las reliquias que están repartidas por todo el mundo. Eso es lo que expongo en esta obra.

—¿Un recorrido desde el punto de vista del Derecho y también una visión de la perspectiva como Hijo de Dios?

—No se puede deslindar la parte del Jesús histórico con el Jesús mesiánico. Están insertados los milagros que hizo Jesús y algunas leyendas entorno a la Pasión que también se adjuntan en el libro. Están incluidos los dos campos.

—Existe una bibliografía bastante amplia sobre este asunto.

—Existe una muy amplia bibliografía. Quizá esta obra se distingue en que está escrita para todos los públicos. Es necesario hacer esta labor para llevar este tema tan apasionante al gran público. Existen muchos libros pero quizá sean una mayoría muy engorrosos que hasta a mí que, siendo licenciado en Derecho, me cuesta entender. Según el Derecho Romano, que ha llegado hasta nuestros días, tendría que haber habido una sentencia formal, algo que carece el proceso de Jesús. Se entrega a Jesús a un linchamiento y nadie abogó por Él. Quizá lo hace Claudia Prócula que manifiesta a su marido que no se meta con ese justo, pero quizá no solo fuera para defenderlo. Deja entrever que podría ser por otro motivos. Por cierto, que existe una leyenda que asegura que Prócula podría haber nacido en una población muy cercana a la nuestra. Ahí lo dejo, hay que leer el libro.

—¿También existe mucha casquería en este asunto? Autores que dejan mucho que desear en cuanto a formación.

—El papel lo soporta todo. Yo quise que mi obra estuviera supervisada por la autoridad eclesiástica para que se certificara que todo lo escrito no distorsiona con la Doctrina de la Iglesia. Me puse en contacto con el vicario general, por aquel entonces el sacerdote Federico Mantaras y con el censor que era el también sacerdote Ignacio Gaztelu. Está supervisado por él y el documento que así lo acredita está insertado en el libro también. Yo me atengo a los evangelios canónicos que entiendo son la única fuente importante que ha llegado hasta nuestros días. Las prospecciones arqueológicas también tienen su interés. Por ponerte un ejemplo, en la catedral de Notre Dame, se conserva uno de los clavos con los que se crucificó a Cristo. Existen otros dos posiblemente pero no se saben dónde pueden estar. Pues en el libro hay pistas sobre estos hallazgos.

Portada del libro que será presentado este lunes. Portada del libro que será presentado este lunes.

Portada del libro que será presentado este lunes. / Manuel Aranda (Jerez)

—Las cofradías también aparecen en esta obra.

—Efectivamente. Es un libro que lleva ilustraciones de la Pasión Muerte y Resurrección de Jesús pero con imágenes de los distintos misterios que salen a las calles de la ciudad en Semana Santa. Prácticamente todos los pasajes están representados en los pasos y además muy bien. Yo me considero cofrade y está escrito por un cofrade. Además, las fotografías, que son todas mías, vienen a color. Se trata de mi primer libro y debía de publicarlo lo mejor posible.

—¿Después de este primer libro podría venir otro proyecto?

—Tengo escrita una novela sobre ‘La Lechuga’ que es la custodia de San Ignacio de Bogotá que estuvo expuesta en Arcos de la Frontera antes de la pandemia. Le llaman ‘La Lechuga’ porque tiene muchas esmeraldas y es de oro. Por ese color verde. La novela está escrita pero no publicada. Espero que sea mi segundo libro publicado.

—Como cofrade veterano y habiendo ocupado un cargo como el de hermano mayor en una de sus hermandades, ¿cómo ve usted el presente de las cofradías?

—Lo veo como está la sociedad. Ahora todo es cuestionable. Hasta si una ley es o no constitucional. En las hermandades pasa lo mismo. Te puedo poner como ejemplo el consejo de la Unión de Hermandades que no tiene ni un reglamento de régimen interno. Y creo que en su día se redactó uno. Las normativas no deberían de estar en un cajón sino publicadas y expuestas. Tampoco puede ser que un hermano mayor dimita y que no se convoque unas elecciones como estipula la normativa diocesana antes de los cuatro meses. No estamos en el mejor momento y vemos lo que ocurre en algunas hermandades fuertes. Las hermandades están mal pero las cofradías superan el aprobado. En definitiva, no se puede volcar todo en el atractivo turístico, que es cuando la hermandad se convierte en cofradía, y estemos olvidando la esencia que está en la espiritualidad de los hermanos. 

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